Cerca de Moscú, «perros chacales», una raza creada por un científico en la época soviética, se entrenan para detectar a los enfermos de Covid-19 en los aeropuertos, mientras Rusia registra un fuerte repunte de casos.
En el laboratorio del centro de adiestramiento canino de Jimki, al noroeste de la capital, una pequeña perra gris huele una docena de frascos con muestras de orina. Después, el animal designa uno de ellos y en recompensa recibe un pequeño trozo de carne.
Para aprender a reconocer el virus, los perros se ejercitan con la orina ya que es «la sustancia más pura, sin olores extraños de cosmética o perfume», explica Elena Batayeva, directora del centro de adiestramiento canino de la compañía rusa Aeroflot.
Según la responsable, el virus no tiene olor pero la orina de los enfermos huele diferente. No obstante, no hay riesgo alguno de contagio para los humanos o los perros que participan en estos ejercicios.
«Los adiestradores no trabajan con el virus. La orina no lo contiene. Esto ha sido verificado y confirmado» por investigadores rusos del centro Vektor en Siberia, que desarrolla una de las vacunas contra el coronavirus, recuerda Batayeva.
El director general de Aeroflot, Vitali Saveliev, indicó recientemente que los perros podrían detectar a un positivo por coronavirus simplemente oliendo la mascarilla de un pasajero de un avión o una muestra de su saliva.