Galvis Guzmán.- Culminado los II Juegos Olímpicos de la juventud en Nanjing-China, una de las medallas que debemos resaltar es la de la abanderada de la delegación, la garrocista Rosbeilys Peinado, y es que, asumió con gallardía el compromiso y la presión que le generaba su condición en la selección criolla, y a pesar de haber recibido un duro golpe en la fase clasificatoria, le pidió a su entrenador que iba a terminar a como diera lugar en la competencia, y con limitación y todo, estuvo cerca de la gloria, alcanzando una importante presea de plata, con sabor a oro.
Nosotros conversamos con su entrenador Douglas Faneith y nos explicó la situación de la joven atleta:
“Fuimos a la final con desventaja física, porque acudimos con una lesión que sufrió Rosbeilys en la clasificación, severa y fuerte en el codo, la cual la imposibilitaba para apretar fuerte la garrocha con la mano izquierda; gracias al doctor Germán Medina (médico de la delegación), con quien estoy muy agradecido, la recuperamos algo, pero sé tenía dificultades, estaba limitada, solo estábamos conscientes que iba a competir”.
“Por la garra que tiene logró la medalla de plata pero en otras circunstancias ella podía ganar el oro. Ella me pidió a mí, de corazón, que quería competir, me dijo quiero competir, esté como esté el brazo, y su fortaleza espiritual hizo que lograra la plata”.
Una posición valiente sin duda alguna, que explica el compromiso de esta joven de apenas 17 años, con poco más de 3 años practicando el salto con garrocha.
“En el salto de los 4.20 mts (Final), le empezó a doler el brazo, porque le pusieron una compresa que tenía efecto de 40 minutos, y desde el calentamiento hasta los saltos previos se consumieron esos 40 minutos, por lo que la mano izquierda se le debilitó, y por ello tumbó la varilla a los 4.20 mts. Nosotros vimos como ella pasó los 4.10 mts cómoda, muy por encima, pero al llegar a los 4.20 se le debilitó la mano. Bueno será en otra oportunidad porque ahora es que queda Rosbeilys para rato”; nos concluyó Faneith.
Peinado terminó con una marca de 4.10 metros, solo superada por la suiza, Angelica Moser quien dejó un mejor brinco de 4.36 metros (su mejor marca personal), imponiendo de esta forma un nuevo récord olímpico, al desplazar el anterior de 4.30, que impuso la sueca, Angelica Bengtson en Singapur 2010. La medalla de bronce se la llevó eslovaca, Leda Kroselj, con 3.90 metros
“Di lo mejor de mí, pese a no estar en mi mejor forma física. Se siente un poco de incomodidad por no haberla conseguido, pero esta medalla de plata me hace sentir muy contenta y satisfecha con mi actuación”, comentó Peinado.//ga.