Para los melómanos amigos de la salsa, como quien suscribe, el título de este artículo nos remonta al disfrute de la orquesta del extinto Ray Barreto, y la canción homónima magistralmente interpretada por Adalberto Santiago, ¨Quítate la máscara¨
Quítate la máscara; quítate la máscara; quítate la máscara, bandolera.
Esto no va de recrear la canción, sino de la delicada situación política venezolana, y la cerrazón de la Ing. María Corina Machado para dar un paso al costado en vista de que no va a ser candidata, y tampoco podrá imponer a la profesora Corina Yoris, con gran hoja de servicio intelectual y docente, pero ninguna aptitud para la política. Eso no se improvisa, ni se endosa como cheque bancario.
Seguir con un discurso gastado, y cansón; repitiendo la mentira de que en cualquier momento se va a producir ¨el milagro¨, y en consecuencia podrá inscribirse para derrotar al rrrrrrrégimen, es una estafa con el electorado, que hace gran daño y contribuye con la división.
Un poco de desprendimiento y generosidad le vendría bien, si a pesar de la injusta inhabilitación de que ha sido víctima, se pusiera al servicio de la unidad para procurar un triunfo electoral que –transición mediante- nos devolviera al ejercicio de una democracia verdadera donde el ejecutivo y el legislativo, con la respectiva separación de poderes, garantizaran los equilibrios necesarios para la conquista de la paz social. El país necesita con urgencia dedicar sus mejores esfuerzos para la recuperación de la economía; la inversión nacional e internacional; pública y privada, y empujar hacia el desarrollo con el auspicio de los recursos inmensos que en diversas áreas la providencia nos regaló.
El petróleo, usado con eficacia y sabiduría, puede seguir siendo la gran herramienta para la transformación y el crecimiento socioeconómico, sin dejar de contar con diversas fuentes de riqueza, como las minerales; la agroindustria; la energía hidroeléctrica; la pesca; el turismo, y un sinfín de otras potencialidades.
Pero nada de esto será posible si dejamos en manos del actual gobierno la conducción del país, luego de 25 años de destrucción de manera ininterrumpida. Hay que pensar con seriedad si de verdad les interesa el presente y futuro de la nación, o si solo viven de su megalomanía y narcisismo.
Hay una realidad y es que ya se inscribieron y fueron aceptados por el CNE, varios candidatos. Entre ellos, ya está en la calle un candidato como el gobernador del estado Zulia que forma parte de la plataforma unitaria democrática, pero que aun no recibe el visto bueno todos los partidos de esa alianza, y tampoco de la señora Machado.
Lejos de apoyarlo vista la realidad de su candidatura, han dispuesto un ¨ejército de Cori Lovers¨ destruyendo la reputación del gobernador zuliano, de manera ruin e inmisericorde.
Ojalá no se les ocurra volver a llamar a la abstención, porque el venezolano que quiere votar para salir de la pesadilla gubernamental, terminará por despreciarla y desaparecerla de su afecto. De seguir en la negación terminará por destruir su posibilidad futura. La impaciencia es mala consejera en política.
No pierdan de vista que hay negociaciones directas de gobierno a gobierno, entre los Presidentes Biden y Maduro, donde la geopolítica del petróleo puede imponerse. 2024 es de elecciones presidenciales en Venezuela, y en Estados Unidos también. No tensen la cuerda más allá de las posibilidades reales, y abran paso a una salida negociada, como ha ocurrido en España; Chile; Nicaragua; Polonia, y Suráfrica, para citar solo algunas emblemáticas.
Si quieren tener opción futura, hagan un ejercicio patriótico y de desprendimiento para buscar la unidad más amplia posible entre los candidatos inscritos, según quien logre alcanzar los mayores apoyos en las fechas límites.
Me voy con uno de los versos de la canción dedicado a la soberbia: ¨yo soy el hijo del cariño/ del amor y la dulzura/ contigo yo fui ternura/ y tu conmigo el abismo¨ Quítate la máscara.
@romanibarra