Ritmo electoral no pudo ayudar por completo al estadio César Nieves
Galvis Guzmán.- Los trabajos del estadio “César Nieves”, de Catia la Mar, que se han convertido en una novela (al estilo de “El derecho de nacer”), ya sobrepasó el año de iniciado (agosto del 2014) aunque se promocionó su culminación e incluso se anunció su reinauguración, para el presente mes, según se expresa en el boletín de prensa de Infravargas; enviado el 18 de noviembre. La obra no pudo ser concluida antes de las elecciones parlamentarias, pese al esfuerzo no solo del gobierno, sino de quienes tienen la responsabilidad de terminar la obra.
Pero la realidad, es otra, por cuanto faltan aún muchos detalles para su conclusión, y es que los trabajos que restan como: acabados de baños, vestuarios, colocación de cerámicas, piezas sanitarias, tabiquería, etc, son los que más tiempo de ejecución requieren, incluyendo los embellecimientos de fachada.
Extrañamente, los rumores en el ambiente del emblemático recinto, se anunciaba juego de exhibición, y si observamos el terreno veremos que el montículo del pitching box aún no está concluido. Esos comentarios, quizás tendrían cabida, si algún representante gubernamental hubiera visitado previamente las instalaciones, que extraoficialmente, carecen de supervisión constante de los entes que debieran hacerlo.
Según el comunicado de prensa antes mencionado, se aprobaron más de 90 millones de bolívares para terminar los trabajos. La familia del béisbol mucho les agradecería que se hiciera posible antes del término del año, porque los problemas de las ligas para cumplir su calendario de juegos, por falta de campos, los tienen con “la soga al cuello”.
Esperemos que ya superado el proceso electoral, se siga trabajando con el mismo ritmo, y no se enfríe por la llegada de las fiestas navideñas y de fin de año, para no dejar en espera a la familia del béisbol.
¿Qué pasó con la jaula de bateo?
Algo que llama la atención, es que la jaula de bateo que construyeron en el estadio, detrás de las tribunas, donde se invirtió una cantidad de dinero que aportó el Ministerio del Deporte y que utilizaban las categorías menores para mejorar su mecánica para batear, no existe ahora, y la estructura de tubos que lo sostenía, se encuentran cortados y hasta sobresalientes del concreto, lo que representa un gran riesgo por los visitantes.
Posible acción que incomoda
Los activistas del béisbol tienen información extraoficial, que van a destruir la pared que bordea el estadio para dejarlo sin protección externa, porque se le quiere unir al boulevard, que se encuentra a su alrededor. Ante esto, se generan muchas preguntas, ¿quién garantizará la seguridad en ese espacio público, que tiene implementos deportivos atractivos para los amigos de lo ajeno? y ¿En esas circunstancias difícilmente se harán eventos internacionales o nacionales por el factor seguridad para sus protagonistas?
Consultar a la gente y más si son los que se benefician de las instalaciones, sería lo más prudente, para tomar decisiones. Eso es la democracia. /mp