A un año de la partida del padre Jorge Bissoni, quien estuvo durante 14 años en la iglesia de Pariata, los feligreses le rindieron un cálido homenaje, especialmente aquellos que caminaron a su lado en la senda de la evangelización.
Mary López dijo que la tristeza los embarga en este día. “Perdimos a una gran persona, un amigo, un padre, un pastor, pero al mismo tiempo hemos ganado a un gran ángel. Sabemos que desde el cielo nos cuida y bendice”.
“Hoy también pedimos por todas las personas que compartieron con él, especialmente nuestro hermano Luis López, su gran amigo”.
Es importante destacar que el Jorge Bissoni fue un destacado sacerdote nacido el 12 de mayo de 1940 en un pequeño pueblo del sur de Italia.
Fue ordenado sacerdote en 28 de junio de 1964, a la temprana edad de 24 años. Su devoción lo llevó a convertirse en misionero, y se dirigió a América Latina, específicamente a Cartago, Colombia, donde comenzó su labor como sacerdote.
Tras 12 años de servicio en esa comunidad, fue enviado a continuar su misión en Venezuela, estableciéndose en la parroquia 10 de Marzo, en Pariata.
Durante su tiempo en esta parroquia promovió la devoción a la Virgen María, la ayuda a los necesitados fundando el dispensario de Pariata, que ha servido a la comunidad desde sus inicios.
Luego de 14 años en la parroquia 10 de Marzo, fue llamado a servir en la Diócesis de Carúpano, específicamente en la parroquia Inmaculada Concepción de Güira de la Costa, donde permaneció durante 11 años, llevando el evangelio y estableciendo el Centro de Formación San Antonio (CFSA), que brindaba educación a jóvenes y adultos.
Durante sus 23 años de servicio en la Diócesis de Carúpano, el padre Jorge Bissoni promovió la realización de numerosas obras, entre las que se destaca la Casa de la Caridad Santa Ana, que en sus inicios sirvió como refugio para los forasteros necesitados de un techo mientras sus familiares estaban en centros de salud.
Su trágico final llegó de manera abrupta el 17 de septiembre de 2023, en un fatídico accidente de tránsito, en la carretera nacional Carúpano – Cumaná, sector Pozo Colorado, mientras iba a la comunidad de Guiria de la Playa a oficiar una Santa Eucaristía.
Su luz terrenal se apagó, dejando a quienes lo conocieron con un profundo lamento y un vacío que solo el recuerdo de su inquebrantable fe y dedicación puede llenar./BR/jd