El rey Salmán de Arabia Saudita instó a las potencias mundiales a mantener una «postura decisiva» respecto a Irán e impedir que obtenga «armas de destrucción masiva».
Bajo la administración de Donald Trump, que acusa a Irán de intentar hacerse con el arma atómica, Estados Unidos se retiró unilateralmente del pacto internacional sobre el programa nuclear iraní, pensado para limitar las actividades sensibles de Teherán, y restableció sanciones económicas contra la República Islámica.
El reino «insta a la comunidad internacional a adoptar una postura decisiva contra Irán», declaró el rey Salmán en su discurso anual ante la Majlis al Shura, una asamblea consultiva.
Esta posición de la comunidad internacional debe «garantizar que Irán sea incapaz de obtener armas de destrucción masiva y de desarrollar su programa de misiles balísticos y amenazar la paz y la seguridad», añadió.
Además, Salmán insistió en el apoyo de su país a la solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí.
La rivalidad entre Arabia Saudita e Irán se remonta a 1979, cuando triunfó la revolución islámica en Irán. Arabia Saudita, sunita, vio en el proselitismo del Irán chiita de los años 1980 un intento de exportar su modelo «revolucionario». Ambos países se han enfrentado en varias guerras indirectas en Líbano, Yemen, Irak y Siria.