Con escasas ventas y visitas se vieron restaurantes del estado durante el fin de semana largo y carnavales, a pesar de que la afluencia de visitantes fue numerosa en comparación con años pasados, aseguraron comerciantes.
El dueño del recientemente reinaugurado Sifón de Naiguatá, Eduardo Villamizar, aseguró que “brindamos un servicio bueno y barato a nuestros clientes y las ventas no fueron buenas este año, de hecho hubo una baja del 60% considerando los ingresos en los Carnavales pasados”.
Expresó que el restaurante reabrió sus puertas en tres meses y diez días luego de que se incendiara y que la zona estaba bien ambientada por parte del Gobierno. “La afluencia de bañistas y visitantes fue alta, pero se trajeron todo de casa para ahorrarse un dinero”.
Algunos comerciantes de Tanaguarena declararon que tampoco tuvieron mayor consumo y que por el contrario “salvábamos el día a duras penas”, dijo un trabajador.RM/jd