Residentes de Carayaca tienen cuatro años viviendo un calvario
Lorena Correa, [email protected] Ya cuatro años han pasado desde que iniciaron los trabajos de la nueva vía de Carayaca, y hasta la fecha los residentes denuncian desconocer el tiempo de culminación, por eso manifiestan sentirse burlados por las autoridades.
Sara Ochoa, explica que desde que se desplomó la vía se han sentido como en aislados del casco central del estado, puesto que para llegar hasta Catia la Mar deben hacer maniobras y dar muchas vueltas, para al final de más de una hora ingresar finalmente al terminal.
“No sabemos por qué se han tardado tanto para finalizar los trabajos, en cuatro años muchas han sido las obras que se han hecho en el estado y en menos tiempo las han entregado. Carayaca necesita una respuesta, porque nadie se acerca a darnos la cara”.
Indica que los residentes del casco de Carayaca y Tarmas son los más afectados, ya que a la hora pico deben trajinar mucho más para llegar a sus hogares.
Residentes de La Esperanza en alto riesgo
Ya han pasado dos meses desde que, a causa de las vibraciones de las máquinas que se encontraban ejecutando labores, se comenzaron a desplomar más de cinco pasas en el sector Valle Verde y Miguel Ángel Figueredo, en La Esperanza, dejando en alto riesgo aproximadamente 300 viviendas.
Brunilde Ochoa, señala que tiene seis años viviendo en la comunidad y es la primera vez que su residencia sufre daños, destacando que desde hace aproximadamente tres meses se están agrietando las paredes y el piso. “Hemos denunciado la situación y nos dicen que van a buscarnos soluciones, ya es hora de darle respuesta a la comunidad, porque el tiempo sigue pasando y cada día estamos más en peligro de quedar en la calle”.
María Herrera, destaca que los vecinos se reunieron con los obreros e ingenieros hace dos meses para solicitarles que detuvieran la ejecución de la obra.
“Mi casa está inhabitable. Eso dice el informe realizado por Protección Civil, en el que me notificaron que debo salir porque está en alto riesgo, al momento de llover no quedará nada. La casa actualmente está casi en el aire. No podemos desalojar porque no tenemos a dónde ir, ellos deben garantizarnos un hogar nuevo, porque de lo contrario no podemos salir”.
Informa que los trabajos van a paso de “morrocoy”, porque el Ministerio de Transporte se llevó tres máquinas para hacer mantenimiento y solo una llegó hace pocos días. “Están liquidando a los empleados porque no hay trabajo, esta obra solo está llenando el bolsillo de muchos, porque pasan los días y no se le ve el avance”. LC/ar