Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- Los 10 módulos de cuatro viviendas que entregaron hace dos años, en el sector La Montañita, Punta Care, Naiguatá, están a punto del colapso, ya que las escaleras de hierro se caen a pedazos, producto del salitre, y las paredes y techos están filtrándose, porque no los impermeabilizaron, informan los vecinos.
Dulce Blanco, explica que las vigas de las columnas están visibles y temen que en cualquier momento las paredes se desplomen y les caigan encima.
“Este es un peligro para todos los habitantes. Las familias que viven en el segundo piso pasan mucho trabajo porque esas escaleras no aguantan dos años más en funcionamiento. En lo que entregaron las viviendas nos dimos cuenta de esta problemática. Hace falta que coloquen unas nuevas y que le apliquen material anticorrosivo, porque vivimos frente al mar y el salitre las desgasta”.
Fallas en el alumbrado
Detalla que constantemente son afectados por apagones prolongados. Debido a esto tienen que desconectar los electrodomésticos y además en Corpoelec no le dan soluciones a los reclamos que formulan.
“Todas las semanas se va la luz, por lo menos tres veces al día. Los aparatos eléctricos se queman y la situación está muy difícil para comprarlos de nuevo. Necesitamos que vengan a revisar los medidores a ver si los cables están deteriorados o determinar qué es lo que está pasando”.
Agua solo por cisternas
El agua, vital líquido para el sustento del ser humano, solo les llega de vez en cuando y por cisternas, ya que no cuentan con tuberías directas de Hidrocapital y que además no pueden colocar tanques de gran capacidad sobre los apartamentos.
“Hidrocapital nos donó unos tanques pero están de adornos porque no los vienen a llenar. Solo de vez en cuando mandan unas cisternas y tenemos que estar cargando con tobos, pero con esas escaleras dañadas da miedo pasar por allí. Hay que considerar a las personas mayores. Las cisternas privadas cobran muy caro y los botellones de agua mineral están por las nubes”.LB/jd