Monitoreando la evolución de tres niños con dengue se mantienen los pediatras del hospital Rafael Medina Jiménez, en Pariata, quienes aseguran que desde la semana pasada se ha registrado un aumento de pacientes con este diagnóstico.
La mayoría llega con fiebre superior a los 38 ºC, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones y bajo nivel plaquetario. “Cuando llegan con esta sintomatología se les indican exámenes de laboratorio para confirmar el caso. Teníamos cerca de un año sin reportar una incidencia marcada de dengue en el hospital”, informan los galenos de guardia.
Bárbara Vargas, madre de un paciente hospitalizado en el área de aislamiento pediátrico, asegura que en La Soublette donde residen hay muchos zancudos, por lo que el riesgo de propagación de la enfermedad está latente.
“Es necesario que aumenten los operativos de control de vectores con jornadas de fumigación y abatización”.
El dengue clásico tiene síntomas semejantes a los de una gripe fuerte, es decir, fiebre alta de aparición brusca, dolor intenso de cabeza y detrás de los ojos, dolores musculares y de las articulaciones, náuseas, vómitos y erupción en la piel.
Los mosquitos transmisores de la enfermedad, conocidos como aedes aegipty son insectos con un ciclo de vida relativamente corto, que puede llegar hasta 40 días en promedio, dependiendo de las condiciones donde habite.
Fuentes epidemiológicas confirman que a partir de agosto es habitual que se registre un incremento en las estadísticas. Es fundamental que se tomen medidas preventivas, pues el aedes aegipty también es el transmisor de otras enfermedades como el zika, la chikungunya y la fiebre amarilla./jd