Los recluidos en la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en La Morita, Aragua secuestraron a 4 policías bolivarianos, 3 hombres y 1 mujer, para exigir la presencia de un Fiscal del Ministerio Público y un Juez.
Al parecer los 104 reos quieren denunciar y que se resuelva, los abusos a los que presuntamente son sometidos por los policías, quienes supuestamente les exigen constantemente dinero que ellos no tienen.
Los 4 funcionarios realizaban el conteo de rutina diaria en los calabozos, cuando se produjo la situación de rehenes. Los efectivos policiales secuestrados son Katerin Vargas, Rubén Rojas, Salud Quiñones y Darwin Alvarado, todos primeros oficiales de la PNB.
Como es de rutina los oficiales no portan su arma de reglamento al momento de realizar el conteo de los reclusos, precisamente para evitar situaciones como ésta.
Los privados de libertad exigían, además que que se revisen todos sus expedientes, para que cese el retardo procesal, pues algunos ya habrían cumplido la pena máxima para el delito cometido, si hubiese habido sentencia en su contra.
La situación de hacinamiento y deterioro de las instalaciones es tan grave que los privados de libertad, claman que los trasladen al Centro de Reclusión Tocorón.
Las autoridades afirman que los 104 reclusos tenían en su poder una gran cantidad de explosivos y un revólver.
La petición de los reos fue cumplida y se apersonó la fiscal 11 del Ministerio Público, Verónica Ortega, en compañía del abogado Fernando Martínez, de la Defensoría del Pueblo, para negociar con los privados de libertad.
Como se recordará el pasado viernes 14 de julio se registró otro motín esta vez en el Centro de Coordinación Policial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en el municipio Los Guayos, estado Carabobo.
Ese motín comenzó alrededor de las 3:00 de la tarde y se prolongó hasta altas horas de la noche. Según la ONG Una Ventana por La Libertad, el secuestro tuvo lugar en el calabozo número 2, donde se encontraban alrededor de 30 presos hacinados.
Como medida de presión, los detenidos tomaron a un funcionario como “rehén” y exigieron que la dirección de la PNB atendiera sus demandas