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Refugio del Lorenzo González se desmorona poco a poco

 

En constante zozobra viven las 60 familias refugiadas en el liceo Lorenzo González, ubicado en la subida de Montesano, Carlos Soublette, quienes en reiteradas oportunidades han solicitado al Gobernador la adjudicación de viviendas antes de que la estructura caiga sobre ellos.

Una gran parte de estas familias viven allí desde hace al menos cinco años. Son víctimas del deslave de 1999 y otras que estaban en situación de arrimados y hacinados, por lo que se vieron en la necesidad de tomar los espacios como pequeños dormitorios para ofrecerle un techo a sus hijos.

En el liceo hay alrededor de 120 niños, 18 discapacitados, tres embarazadas y una persona con tuberculosis, por lo que es imperante su aislamiento antes de que se produzca el contagio y la situación se salga de control.

“Hemos hecho todas las diligencias necesarias para que nos saquen de aquí. El Gobernador nos tilda de invasores, pero lo hicimos porque no teníamos otro sitio para dónde irnos. Fuimos a Miraflores, ya tenemos las carpetas listas para el Instituto Autónomo para la Vivienda en Vargas (Ivivar) y nos dicen que estamos en espera”, señaló Johanna Mayora.

El último desplome se registró el pasado domingo, cuando una de las tuberías colectoras de agua de lluvias se desprendió y rozó el brazo de un niño. “No me quiero imaginar lo que hubiese pasado si le hubiera caído en la cabeza. Esos son los riesgos que pasamos a diario aquí”.

No todas las habitaciones cuentan con baños. “Muchos hacen sus necesidades en bolsas y les toca botarlos en el basurero. También, esta estructura tiene muchas filtraciones”.

Reina Lara es madre de una muchacha con síndrome de Down, por lo que requiere cuidados especiales, pero en las condiciones del refugio es difícil. “Ni siquiera han venido a ver las condiciones en las que vivimos”.LB/jd

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