Un ensayo clínico determinó que las dosis de refuerzo de la vacuna de Moderna son seguras, se toleran bien y elevan los niveles de anticuerpos en todas las variantes del SARS-CoV-2, incluidas Beta, Gamma y Delta.
La aparición de nuevas variantes del covid-19 y la posibilidad de que sean capaces de neutralizar los anticuerpos despertó el interés por comprobar si las dosis de refuerzo y las vacunas específicas para cada variante siguen siendo óptimas.
Para comprobar la seguridad y eficacia de una dosis de refuerzo, Moderna hizo un ensayo con 80 individuos que 6 meses antes habían recibido la pauta completa de su vacuna, es decir, 2 dosis.
Durante el ensayo los participantes, divididos en 4 grupos de 20, recibieron una dosis de refuerzo de una vacuna original o de una vacuna modificada por una variante, como la vacuna multivariante mRNA-1273.211.
Inmediatamente antes de la dosis de refuerzo, los niveles de anticuerpos neutralizantes contra el virus en la sangre habían disminuido en relación con las mediciones realizadas un mes después de que los participantes recibieran la segunda dosis. Además, los niveles de anticuerpos neutralizantes contra las variantes Beta, Gamma y Delta también eran bajos o indetectables, puntualiza el estudio.