Para lograr prestar el servicio, en las reencauchadoras se las están viendo negras para adquirir los parches, recorriendo los establecimientos, comprando por internet o incluso optando por los “bachaqueros”.
Mauricio León, encargado de una reencauchadora en Macuto, indicó que tienen dos meses comprando parches hasta cinco veces su precio. Las zapatas varían, dependiendo de la calidad, y las pegas están en Bs. 11 mil, cuando hace unos meses estaban en 4.500 por la página web.
“Cada día, el panorama es más cambiante, anteriormente era difícil conseguirlas, y sin embargo sí se encontraban, ahora ni eso. Debemos encargarlas o dejar de trabajar para obtenerlas. En Vargas no se consiguen parches, debemos ir a Caracas o peregrinar por varios estados. Solo están vendiendo pequeñas cantidades, cada vez es más cerrado el camino para estar abastecidos”.
Informó que mantienen el precio del servicio de reparación de cauchos en Bs. 400 para particulares y 350 para taxis, asegurando que a pesar de la crisis, continúan con buena afluencia de clientes, debido a que reemplazar los cauchos se les hace casi imposible.
“El gremio está al borde de la desesperación y los asfixiantes precios nos tienen contra la pared. Llegará el momento de declararnos en quiebra, porque sin material no podemos trabajar”. LC/ep