En el pasado, para muchos quedó el comprar salchichón o queso parmesano. Los altos precios de los alimentos han ido modificando la dieta del venezolano, orillándolo a consumir solo “lo básico”. Según comentan los charcuteros, comprar por kilo es historia.
“Generalmente piden de a medio kilo el queso duro porque se ralla y rinde. De resto lleva poco, como el jamón que está sobre los 1.400 bolívares. El queso amarillo ya superó los 3.200 y nadie lo compra. Casi todos los lácteos y embutidos se volvieron un lujo”, indica Misael Riera, charcutero del oeste.
Señala que muchas amas de casa han optado por llevarse los recortes de charcutería. “Eso antes nadie lo quería, ahora se acaban rápido. El kilo está sobre los 700 bolívares, pero trae de todo. La gente come lo que puede, pues semanal se gasta más de 3.000 bolívares”.
La excusa dada por los proveedores respecto a las alzas es la escasez de leche y de artículos importados, ya que no hay dólares para adquirirlos. El queso parmesano está sobre los 1.900 bolívares, mientras que el salchichón no baja de 1.600. /MEM/ep