A medida que las infecciones y hospitalizaciones por Covid-19 se disparaban en Estados Unidos, expertos advertían que pronto seguiría un mayor número de muertes.
El miércoles hubo al menos 1.893 muertes de estadounidenses por el virus, según la Universidad Johns Hopkins, el número de muertes diarias más alto que ha visto el país desde principios de mayo, para un total de 241.700 fallecidos.
Y con el virus esparciéndose sin cesar dentro de las comunidades de Estados Unidos es probable que ese número siga aumentando.
Se proyecta que más de 110.000 estadounidenses perderán la vida en los próximos dos meses, según el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.
El último máximo se suma a una serie de récords devastadores que se han producido solo en los primeros días de noviembre. El país ha superado las 100.000 infecciones diarias al menos nueve días seguidos. El miércoles fue el segundo día consecutivo de cifras récord de hospitalizaciones por Covid-19. Y Texas se convirtió en el primer estado en superar el millón de infecciones, pocos días después de que el país rebasara los 10 millones de casos.