“Nuestro compromiso como Iglesia es seguir presente en el campo de la educación a través de los docentes que trabajan en las escuelas públicas, en los colegios privados y en los centros católicos”.
Estas fueron las palabras pronunciadas ayer por monseñor Raúl Biord, obispo de La Guaira, durante su homilía en la catedral San Pedro Apóstol, donde celebró junto al párroco Abelardo Bazó la santa misa por el Día de los Maestros y en memoria del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre.
Destacó la Casa Hogar de las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, donde atienden a 20 niños con hidrocefalia, la Casa Padre Luciano en Las Tunitas que tiene a su cuidado a niños huérfanos, las 24 escuelas parroquiales, los centros de capacitación y la escuela radiofónica.
“La mejor inversión es la educación porque prepara las mentes para la recuperación del país. Lo hizo monseñor Mariano Martín hace 250 años, cuando abrió una escuela porque la Iglesia quería junto a la atención de los enfermos y ancianos en San Juan de Dios, comprometerse con la catequesis y la educación”.
El obispo dijo que la Iglesia quiere seguir acompañando a los docentes, porque está segura de que la mejor contribución para el país es tener centros educativos de calidad y enseñar a los muchachos en las escuelas para que se ganen la vida con su propio esfuerzo e inteligencia.
Escuchar a los mayores
Envió un saludo especial a todos los maestros y educadores, a la Federación Venezolana de Maestros, a la pastoral educativa de la Diócesis de La Guaira, a los distintos representantes de las escuelas, colegios y centros educativos. También a los familiares de los profesores Pedro Olivares, Diana Villarroel y Franklin Vegas que ya no se encuentran entre nosotros.
Monseñor pidió recordar a nuestros maestros y darle gracias a Dios por aquellas personas que nos enseñaron a leer y escribir, pues una de las obras de misericordia es enseñar a quien no sabe.
“Una oración a los maestros y nuestra solidaridad. Lo hemos dicho en la exhortación de los obispos, que reciban todas las reivindicaciones laborales para que puedan tener unos sueldos dignos porque es la profesión más importante. Lastimosamente nunca ha sido reconocida como tal, a pesar de que confiamos nuestros hijos a los mejores”.
Relató una anécdota que vivió el 16 de julio del año pasado cuando bendijo la capilla de los pescadores de La Zorra en Catia la Mar. Dijo que ese día se le acercó un pescador y le contó lo ocurrido a cuatro jóvenes que quedaron a la deriva a 50 millas mar adentro frente a Los Caracas porque el motor de su lancha se detuvo.
No sabían qué hacer, hasta que recordaron las palabras sabias de un pescador mayor quien le enseñó cómo se navega con velas. Acto seguido procedieron a tomar una lona usada para cubrir el pescado y armaron su vela que les permitió llegar a los 3 días a Choroní.
“El papa Francisco siempre lo dice: las personas más im- portantes de la casa son los abuelos porque los padres están muy ocupados. La función del maestro lo dice San Juan Bautista en el evangelio cuando señala quien es el cordero de Dios. Los maestros tienen que señalar, indicar y mostrar con hechos más que con las palabras”.
Agradeció a los catequistas que todos los años realizan esa bella tarea y dio la bienvenida a los niños que inician desde este domingo su formación para la primera comunión y confirmación.
El teólogo más inteligente del siglo XX
La misa también la ofrecieron por la memoria del papa emérito Benedicto XVI, quien fue un gran maestro y uno de los teólogos más inteligentes del siglo XX. Escribió muchos libros, fue profesor y sucesor de San Pedro. Pero, la lección más grande la dio cuando renunció al papado.
“Hay que aprender a despedirse como lo dijo el santo padre. El educador no se aferra a sus estudiantes, por el contrario se alegra cuando se gradúan. Tampoco deben ser el centro, pues no hay mayor alegría cuando un alumno supera al maestro”.
Elevó una oración al papa Benedicto, pidió que Dios le conceda el descanso eterno por haber servido a la Iglesia y por ser un gran maestro. “Que el Señor bendiga a nuestros maestros y que podamos juntos luchar para que la Iglesia siga animando a todos los educadores de los planteles públicos, privados y católicos”.
Reconocimientos póstumos
La Federación Venezolana de Maestros entregó reconocimientos póstumos a los profesores Pedro Olivares García (miembro del equipo del Secretariado Diocesano de Pastoral Educativa, y director del colegio Gual y España), Diana Villarroel, Gladys Falcón y Franklin Vegas.
También fueron reconocidos por su labor los docentes Norbelis Josefina Rodríguez de Pérez, Carol Yelitza Salazar Espinoza, Yaneth Isturi, Eva Paredes, Jenny Liseth Patiño Albarracín, Ricardo Alix Sosa González, María Rebeca Ramos, Josmara Nathaly Quevedo Almanzol, Nicodersy Nazareth Echarry Liendo, Denny, Alberto Ortega Mireles, Dayana Ramírez, Malexis Ochoa, Jesús Herrera y Penty Lucena.
Por: Laura De Stefano