José Ángel Maicabares
Reclusos de los calabozos La Jaula y Alcatraz del retén del CICPC en Caraballeda levantaron este domingo la huelga de hambre y sangre que iniciaron el pasado viernes ante el retraso de los juicios, traslados a los penales del país y la prohibición de las autoridades, en permitirles las visitas de sus familiares.
Tras un acercamiento realizado este domingo por familiares de los detenidos al Circuito Judicial Penal La Guaira, se pautó comenzar este lunes, con la instalación de mesas técnicas, donde participarían tres representantes de los reclusos y una fiscal del Ministerio Público, a fin de buscarle una salida al problema.
“Resulta que ellos nos mandaron hacer unas pruebas de Covid-19, para permitirnos las visitas porque tenemos más de 120 días que no vemos a nuestros familiares, nos hicimos la prueba, estuvimos el viernes acá desde las 7 AM y eran más de la 1PM y no teníamos respuesta de nadie, nos vieron la cara de tontos”, dijo Marbella Ochoa.
Repudió el hecho de que el presidente Nicolás Maduro haya permitido el trabajo en los cines y centros comerciales pero a los Tribunales no, “será que los detenidos no son personas, los familiares no somos personas, no tienen respeto hacia ellos ni hacia nosotros”.
Ochoa sostuvo que los presos del retén del CICPC están olvidados, pues para ella no se justifica que tengan que acudir a medidas extremas para que sean escuchados. “Hasta cuando, retardo procesal, ellos acá no tienen agua y la alimentación corre por cuenta de los familiares, el Estado no ve por ellos”.
Marbella indicó su esposo ya tienen nueve meses detenidos esperando los 45 días que establece la ley para ser presentado y hasta ahora no ha tenido respuesta de nadie “la investigación del caso de mi esposo está cerrada desde febrero. Entonces lo que queremos es que habrán los Tribunales”.