* El ingeniero Yuber Camacho asegura que aumentaría la fauna silvestre
Wilmer Martínez Añez.- Para incrementar las reservas de agua potable y no potable en la entidad, es necesario reactivar la planta de tratamiento Punta Gorda, ubicada en la avenida de Mare Abajo, en Urimare, explica el ingeniero civil y forestal, Yuber Camacho, quien cursa una maestría en Recursos Hídricos y Obras Hidráulicas en la Universidad Federal de Roraima, Brasil.
“Es necesaria la implementación de sistemas de biorrecuperación o tratamientos físicos, químicos y biológicos que permitan que las aguas servidas, que desembocan en el mar, sean de bajo impacto ambiental. Desde hace tiempo se ha hecho énfasis en esa recuperación, e incluso, participé en varias reuniones para reactivar la planta, pero no llegamos a un acuerdo, porque las instalaciones pertenecen al ministerio de Ambiente”.
“También hubo rechazos, por el entonces director del aeropuerto, Gustavo Grateron, quien aseguró que el espejo del agua, afectaría el tráfico aeronáutico”. Sin embargo, aclara que no es impedimento para el tránsito de los aviones, porque existen tecnologías y herramientas para evitar posibles inconvenientes, pues en algunos procesos no es necesario mantener descubiertas las piscinas de captación.
Ideas para el estado
El ingeniero manifiesta, que durante su tiempo en Brasil, principalmente en Curitiba de Paraná, ha conocido que el tratamiento de estas aguas incrementó los corredores de fauna silvestre, y su uso en jardines público mantiene a la ciudad verde todo el año, por lo que se considera la Capital Ecológica de ese país, y es patrimonio de la Unesco.
“Estas son ideas que permitirán un desarrollo sustentable, que implicará un crecimiento económico, social y ambiental en Vargas, por lo que debemos trabajar conjuntamente con las autoridades regionales para ser un estado modelo, como lo quiere el Gobernador, Jorge Luis García Carneiro”.
En 2010 la planta alcanzaba el 60% de su operatividad
Para el año 2010 la planta alcanzaba tan solo 60% de su operatividad, según una nota publicada por El Universal, el 4 de junio del 2013, en la que se informa que los obreros de la misma advirtieron que su función era casi nula, y que la mayoría de las aguas servidas que produce Vargas, caen al mar sin ser tratadas.
La construcción de la planta de tratamiento de Punta Gorda se inició en 1989, y desde entonces ningún Gobierno se ha dispuesto a ponerla en total funcionamiento, de acuerdo a información de vecinos.
“Con la activación, a máxima capacidad, se podría evitar el daño ambiental que ocasionan las aguas servidas al caer en nuestras playas, y se podría reciclar la tratada para uso no doméstico, como auto lavados, riego de jardinería o área verde, e incluso, los residuos sólidos se podrían utilizar como abono para nuestra producción agrícola”, sugiere Camacho. /mp