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Ramos: Crisis del efectivo afecta a consumidores y comerciantes

*La expresidenta de Consecomercio comenta que la gente guarda los billetes para pagar pasaje, gasolina y el estacionamiento

“Muy pocos son los comercios formales que están recibiendo efectivo porque no hay. Además, no todos cuentan con puntos de ventas y los que se han ido dañando han tenido que retirarlos. Lo más grave es la exigencia del banco: las ganancias tienen que ser cada vez mayores para mantener un punto y, con la inflación que hay en Venezuela, las ventas no son significativas”.

Luisana Brito.-

luisanablaverdad@gmail.com

Así lo expresó la expresidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Cipriana Ramos, quien destacó que la mayoría de la gente guarda los billetes para cancelar los servicios básicos como el pasaje en transporte público, el combustible y estacionamiento, para el que tiene vehículo propio. Pero sobre todo para la bolsa o caja del CLAP.

“Cuando recorres las diferentes parroquias, te das cuenta de la cantidad de negocios que han cerrado en las zonas comerciales de Maiquetía, Catia la Mar y Caribe. Algo emblemático como los ‘chinos’, que habían por todos lados, la mayoría ha cerrado o han disminuido sus ventas significativamente, porque antes se podía conseguir mayor cantidad de productos”, dijo.

Quintana: La revolución ha acabado hasta con las bodegas en los barrios

“Cuando este Gobierno llegó al poder, traía su principio filosófico de destruir la economía venezolana. En las barriadas existían las pequeñas bodegas, donde se podía conseguir, la harina Pan, el azúcar, sardinas, café, leche, arroz, aceite, entre otros, pero eso desapareció hace tiempo, porque el control de la producción y distribución de alimentos en esa filosofía era acapararlos y tenerla solo ellos”, señaló Eduardo Quintana, presidente de la Cámara de Comercio de La Guaira.

“Eso se ha venido cumpliendo no solo porque no tengamos efectivo, que está en los bancos confiscado. Usted no puede manejarlo porque lo tienen regulado dependiendo de la medida del banco, a veces dan Bs. 10 mil y otras Bs. 30 mil; y cuando mucho, dan solo un billete de Bs. 100 mil, que uno no sabe qué hacer con él, porque en ningún lado lo quieren cambiar”, resaltó.

¿Venezuela está preparada para la tecnología?

Unas de las interrogantes que se planteó Quintana es que si con la implementación de la tecnología en el pago de bienes y servicios ¿la Venezuela de hoy está adaptada para asumir la plataforma digital? ¿Será que en todas las bodegas populares o en los pocos negocios que quedan hay puntos de ventas? ¿Será verdad que a través de los megas de navegación todos se pueden conectar con celeridad?

“Han deformado la economía del país y eso tiene una razón de ser. El petro tiene la tendencia de eliminar el bolívar, que cosa más absurda. El petro no es ninguna moneda virtual, son bonos de deudas públicas, eso no tiene garantía”.

El presidente de la Cámara explicó que la moneda virtual tiene un fundamento específico que es la interrelación entre la gente que hace sus operaciones y que no tienen intervención bancaria y el único elemento importante es la confianza. ¿Entonces, los que van a manejarse con el petro tiene confianza con esa moneda?, se preguntó el dirigente.

“A este país le están desvirtuando su gentilicio, el bolívar de nosotros se está yendo al carrizo. Están buscando cómo compensar las debilidades económicas y con eso no se resuelve el problema. Con el petro me ofrecen un barril de petróleo que está en el subsuelo, que no ha salido a la venta pública, y sin saber el precio en que se va a cotizar. ¿Cómo trabajo sobre supuestos? Creo que estamos volviendo a la etapa del trueque”, alertó.

“Las industrias están quebradas”

Quintana comentó que cuando la revolución llegó al poder en Venezuela existían cerca de 12 mil industrias productivas de bienes y servicios, las cuales están trabajando por debajo del 30% y las emblemáticas están controladas para llenar las bolsas que se distribuyen a través de los CLAP.

“Éramos felices y no lo sabíamos. Hay negocios que no han podido abrir porque no tienen acceso a los alimentos y los anaqueles están vacíos. Cuantificarlos es imposible, no tienen capacidad de reposición”./va

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