Rafael Ramírez: No me quedaré callado
El exministro Rafael Ramírez se pronunció el domingo 26 de septiembre sobre la solicitud de extradición que hizo el gobierno de Nicolás Maduro a Italia, país en el que reside el ex funcionario desde 2017. «Soy un perseguido político y en virtud de eso las autoridades italianas me otorgaron el estatus de refugiado con protección internacional».
La justicia italiana informó el 20 de septiembre que descartaba extraditar a quien fue presidente de Petróleos de Venezuela entre 2004 y 2013, ministro de Petróleo, de Relaciones Exteriores, y embajador de Venezuela ante la ONU.
En un artículo publicado en su página web, Ramírez reveló que, en sus últimos días como embajador de Venezuela ante la ONU, varios países le ofrecieron protección en su territorio. «La mayoría de las naciones latinoamericanas y europeas lo hicieron porque estaban preocupados por mi integridad física si volvía a Venezuela».
Contó que, tras formalizar su renuncia, tenía intenciones de regresar al país junto a su familia. Sin embargo, recibió llamadas de advertencia de militares amigos que le insistieron que no volviera porque había órdenes de detenerlo de inmediato.
“Me tenía reservado Maduro el mismo tratamiento y ensañamiento que le ha dado al mayor general Miguel Rodríguez Torres, a los trabajadores de Pdvsa y a otros muchos funcionarios del gobierno del presidente Chávez”.
Desmintió las acusaciones de enriquecimiento ilícito y lamentó el estado actual de Pdvsa. «Hoy día, la industria petrolera, descuajada y rematada por el madurismo, produce apenas 500 mil barriles día, la misma producción de 1930, en un retroceso de 90 años».
«No me quedaré callado. Esto no se trata de algo personal, se trata de una responsabilidad ante el país. El chantaje del silencio y del miedo que han instalado en los venezolanos, en todo el país, nos ha hecho mucho daño como sociedad y dificulta, cada vez más, la recuperación de la soberanía popular y al marco de la Constitución como condición, más la reconstrucción del país».
«Nunca he abdicado o claudicado de mis ideas. No lo haré nunca. Reivindico el camino de Chávez, el camino que marca la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el socialismo. No comparto la postura de algunos compañeros de izquierda que creen “prudente callar”. Esto no solamente es inútil, no sirve para nada, porque aquí se trata de estar al lado del pueblo y sus intereses colectivos, es imperativo salir del abismo, de esta profunda crisis política, económica y social que ha destrozado el país».