María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- Cerrar un puerto tan activo como el de la frontera de Colombia, donde el traslado de camiones de carga terrestre era elevado, impactará de forma negativa en la economía nacional. Así lo asegura Eduardo Quintana, presidente de la Cámara de Comercio, quien explica que entraremos al último trimestre del año con mayor escasez por políticas incorrectas.
“De allá para acá se tiene a un proveedor seguro a corto plazo. Generará problemas, sobre todo porque los productos secos como alimentos habían estado entrando por allí, incluso para el sector público. Eliminar esa posibilidad, cuando no hay dólares y las líneas de crédito murieron, es alarmante”.
Destaca que la economía venezolana está mermada y hasta la fecha no se han ideado correctos planes de rescate. “Pasa de todo, pero no apuestan a recuperar la confianza de los proveedores y del mismo productor, que está acechado con las inspecciones exageradas. No facilitan las divisas, que no son regaladas, y quieren fijar controles de precio”.
Expresa que así no se puede paliar el creciente desabastecimiento. “Somos importadores por excelencia, y es la parte de la historia menos idónea para eso. No hay materia prima y así se aminora la intención de seguir produciendo”.
Las vidrieras vacías son el reflejo de los pocos dólares oficiales entregados. “Solo ha habido tres subastas públicas, de las que se desconocen resultados. Se ha dejado al sector privado rezagado. No terminan de entender que en este punto de quiebre son más que necesarias las mesas de trabajo en función de un engranaje. Solos no podrán devolver los alimentos a los anaqueles”. /MEM/ar