* El salario mínimo cubre cerca de 23% de la canasta alimentaria
María Elena Moreno.- Con el aumento de 30% sobre el salario mínimo, los trabajadores devengarán una quincena de Bs. 7.525, que antes de ser cobrada fue criticada por los consumidores, quienes alegan que alcanza solo para llevar a casa un pollo entero y un kilo de carne.
Denuncian que apenas se hizo el anuncio se dispararon los precios, sobre todo de los alimentos. Insuficiente por demás se les vuelve el sueldo cuando deben pagar servicios, ir al mercado o comprar medicinas.
“Entre la inflación y los bachaqueros no vemos luz. Con esa quincena debo decidir entre dos salados o dos paquetes de pañales para mi hija, pues me los venden en 3.500 bolívares. El Gobierno debe tomar medidas que de verdad nos brinden estabilidad”, dice María Camargo mientras hace una larga cola para adquirir unos cuantos rubros básicos.
Por su parte, Diomera Zambrano explica que “nada más en pasajes se me va casi todo lo que incrementaron. Debo ir hasta Caracas a trabajar y a diario son mínimo 240 bolívares en transporte. El venezolano está asfixiado, no le alcanza el dinero para nada”.
Bono de alimentación chucuto
Ni siquiera con el salto de Bs. 13.275 a 18.585 que dio el bono de alimentación los venezolanos son capaces de costear la canasta alimentaria, que para el mes de marzo cerró en Bs. 142.853,20 según el último reporte del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas – FVM).
Es decir, que el salario integral de Bs. 33.636,15 mensuales permite cubrir poco más del 23% de la canasta alimentaria, lo que traduce el comer bien en un lujo. En el caso de la cesta básica, que incluye servicios, vivienda, salud y demás, el poder adquisitivo es aún más bajo. /MEM/ar