La ruptura parcial esta madrugada del cono del volcán que está en erupción en la isla española de La Palma, en el archipiélago de Canarias, puso este sábado en alerta a los equipos encargados de la evacuación de las zonas amenazadas.
En total son tres coladas de lava las que se han producido con el quiebre del cono volcánico. Dos de ellas de menor peligro, ya que tienen poca fuerza, y una tercera que ya ha destruido varias casas y se está monitoreando.
Expertos consideran que por la velocidad con la que desciende la lava daría tiempo a evacuar las áreas necesarias.
La separación parcial del cono provocó además la expulsión de grandes bloques de material volcánico y no se descarta que surjan nuevos centros de emisión en torno al cráter.
Preocupa también el terreno ganado por la lava al mar, el llamado delta lávico (fajana), que corre el riesgo de derrumbarse si continúa su avance a profundidades mayores en el océano. Esto iría acompañado de la liberación brusca de gases, con explosiones y olas.
Por otra parte, el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) destaca que la calidad del aire es “regular”.
En el Valle de Aridane, donde se han registrado algunas mediciones puntuales que han superado los niveles de alerta de dióxido de azufre y que luego han remitido, los vecinos pueden hacer vida normal, pero con mascarilla, y solo se recomienda salir lo mínimo posible al exterior y siempre con mascarilla FFP2 a quienes padezcan afecciones pulmonares o bronquiales, asma, problemas cardíacos, embarazadas y niños pequeños.
Esos picos de dióxido de azufre han sido puntuales en El Paso y Los Llanos de Aridane, pues solo se produjeron durante esta última madrugada y el resto del día los valores fueron normales.
La lava ha afectado ya a una superficie de 492,75 hectáreas, y no se descarta que en una nueva medición aumente la anchura de la colada, la cual, el pasado viernes seguía situada en 1.250 metros.
Mientras, 225 personas continúan alojadas en hoteles tras ser evacuadas de sus viviendas desde el comienzo de la erupción, el pasado 19 de septiembre.
Las autoridades canarias esperan que en las próximas 36 horas habrá un escenario favorable para la operatividad en los aeropuertos del archipiélago. Esto debido a que los vientos arrastrarán los gases hacia otra dirección, aunque otras dos islas canarias, La Gomera y El Hierro, pueden verse afectadas por la llegada de ceniza.
Los científicos auguran que la actividad del volcán continuará durante un largo de tiempo.
Una historia agitada
Cumbre Vieja es uno de los complejos volcánicos más activos de Canarias. En él se han producido dos de las tres últimas erupciones registradas en las islas, el volcán San Juan, en 1949, y el Teneguía, en 1971.
La erupción actual se ha producido 50 años después de la última, que tuvo lugar del 26 de octubre al 18 de noviembre de 1971. Esta dejó una víctima por inhalación de gases.
La primera erupción volcánica de la que se tiene registro en La Palma se remonta a una fecha sin concretar entre 1430-1440, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), y ocurrió en el volcán Tacande o Montaña Quemada de la isla.
La Palma, como el resto de Canarias, es una isla de origen volcánico. Con una edad geológica estimada en dos millones de años, es una de las más jóvenes del archipiélago.