Mantener una misma lista de precios en las charcuterías es complicado, pues hay que ajustarla, al menos, una vez a la semana. Los charcuteros explican que con cada despacho vienen alzas significativas, que impactan de forma negativa en las ventas.
Esta semana el kilo de queso duro se ubicó sobre los 2.000 bolívares. “Dicen que es por la escasez de leche y conservantes, pero es demasiado. Hace un año su precio no superaba los 500 bolívares. Ni hablar del queso amarillo, que ya está en 4.400 bolívares”, dijo un charcutero de la zona oeste del estado.
Indicó que los productos han aumentado tanto, que han dejado de vender en bandeja y ahora lo hacen en bolsas. El jamón sí ha mantenido su precio los últimos meses, sobre los 1.700 bolívares el más barato. /MEM