Diario La Verdad de Vargas

Quebradas llenas de maleza y basura encienden las alarmas


Rodolfo Ruiz
Rodolforr_23@hotmail.com

Las quebradas se encuentran totalmente abarrotadas de basura, escombros y monte. Las comunidades durante años han tomado la iniciativa de limpiarla ante la falta de respuesta de lo organismos encargados, pero han necesitado de maquinarias que nunca llegan.

Calles y avenidas inundadas por falta de desagüe


Tal es el caso de Zamora, en Catia la Mar; La Pedrera, Curucutí, en Carlos Soublette; Piedra Azul, en Maiquetía; Cerro Caído, Guanape, en La Guaira; La Guzmania, Macuto; San Julián, Caraballeda y el río de Tanaguarena.

En La Pedrera de Montesano temen volver a vivir la tragedia de 1999, pues por más que han acudido a la Alcaldía y a la Gobernación para que quiten los escombros que se han acumulado por años, además de las piedras que dejó el deslave, no lo han respondido.


“Si arrecian las lluvias acá en La Pedrera volveremos a sufrir otro desbordamiento. Somos 100 familias, de las cuales 20 están en riesgo porque viven pegadas a la quebrada y cada vez que llueve los escombros, la basura y las matas golpean sus paredes”, dijo una vecina.


Señaló que además de limpiar las quebradas deben hacer una campaña de concientización para aquellos inescrupulosos que lanzan sus desechos, aún teniendo contenedores y botes por todo el estado.

Suena las ollas para alertar en Montesano

Oswaldo Carmona expresó que cada vez que llueve se cae la señal telefónica y deben comunicarse con gritos y hasta golpeando ollas. En estos días tuvimos que salir corriendo hacia el módulo policial más cercano para que alertaran a los vecinos, ya que la quebrada Curucutí creció y muchos estaban desprevenidos”.


Resaltó que de salirse nuevamente el río podrían ser afectadas 10 casas. “La mayoría de las casas de Piedra Blanca son de paletas de madera y no resistirían un desbordamiento”.

En Piedra Azul, Cerro Caído y Guanape piden máquinas

Juan González dijo que tienen dos años solicitando el saneamiento de la quebrada de Piedra Azul, Maiquetía, ya que la propagación moscas, ratones, ratas y culebra aumenta con el pasar de los días. “Vimos en zozobra, cuando no son las plagas es el río que amenaza”.
Por otro lado, fueron aproximadamente 50 familias las que se unieron para limpiar la quebrada de Cerro Caído, La Guaira, aunque solicitaron ayuda de las autoridades, “ya que es mucha basura la que se ha acumulado y ahora pone en riesgo nuestras vidas”, comentó uno de los afectados.
“Aquí hacemos lo posible por limpiar y hasta el Alcalde en una oportunidad envió una cuadrilla, pero necesitamos máquinas y camiones para sacar todo los desechos”.
“Desde el 24 de enero del 2017, cuando se cayó el puente de Guanape, las autoridades del estado no han metido una sola máquina”, afirmó Tibisay Rondón.
Señaló que actualmente la quebrada está convertida en un bosque. Más nunca nadie limpio y ahora convivimos con las culebras que bajan de la montaña”.

La Guzmania y San Julián son un peligro latente

“Durante el último palo de agua del 28 varias familias ubicadas cerca de la quebrada salieron de sus casas y se alejaron, ya que creció y el ruido de las piedras eran bastante fuertes”, explicó una habitante del sector La Guzmania.
Dijo que en más de una oportunidad “hemos acudido a la Fundación Niño Simón que es lo más cercano y a la Alcaldía, pero ambos entes han hecho caso omiso. Solo pedimos que limpien la quebrada desde la Veguita hasta La Guzmania, pues no podemos con el monte y los escombros”.
El río de San Julián amenazó con salirse y las alarmas se prendieron. “Aquí iniciaron un embaulamiento y hasta hicieron muros de contención al final del río, sin embargo, aún estamos en peligro, pues el resto no ha sido canalizado”, manifestó Jeison Romero.

La de Zamora full de basura y drenajes tapados

Desasistido se sienten en Zamora, pues aseguraron que desde hace años el aseo urbano no frecuenta la zona y esto ha llevado a gran parte de la población a lanzar los desechos a la quebrada.

“Sabemos que está mal la acción de depositar los desechos allí, pero no tenemos otra alternativa, ya que si la lanzamos a los contenedores se pudren y si la quemamos nos enfermamos”, dijo Vicenta Lara.

Por otro lado, los conductores varguenses señalaron que los drenajes de las avenidas y calles no funcionan, después de observar lo que ha pasado estos tres días del torrencial aguacero.

Las calles y avenidas principales del Litoral están inundadas. “Más de un carro se ha accidentado y ninguna de las autoridades se ha hecho responsable. Ellos pasan con sus camionetas y pobre del pueblo que con sacrificio remienda su vehículo con un sueldo que no le alcanza”. manifestó José Liendo, conductor.

Detalló que “el distribuidor El Trébol es una guillotina para el sistema eléctrico de los carros. Muchos se han quedado varados al pasar sin precaución”. Agregó que los otros trechos que permanece con pozos profundos son la avenida El Ejército y la Intercomunal de Macuto./jd

En La Pedrera temen volver a vivir la tragedia de 1999
En Curucutí tocan las ollas cada vez que crece el río
En Piedra Azul tienen dos años luchando con las culebras
Distribuidor El Trébol se inunda por falta de drenaje
Desde 2017 no limpian la quebrada de Guanape
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