La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones, en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta y la vejez.
La salud mental es importante porque puede ayudar a:
- Enfrentar el estrés de la vida
- Estar físicamente saludable
- Mantener buenas relaciones
- Contribuir en forma significativa a la comunidad
- Trabajar productivamente
- Alcanzar su completo potencial
¿Cómo puedo mejorar mi salud mental?
Hay muchas cosas diferentes que puede hacer, pero lo primero es sincerarte contigo mismo, para luego comprender que en la situación-país que padecemos en Venezuela, con una crisis económica-social-moral prolongada, todos estamos expuestos a sufrir frustraciones, desánimo y hasta depresión. Son factores externos que nos limitan nuestro crecimiento, pero que debemos analizar, comprender y aprender a sobrellevar, porque su solución escapa de nuestras manos.
Pero, no debes exigirte tener un buen estado de ánimo para buscar soluciones, sino que debes actuar en contrario: trabajar en ti para tener buen estado de ánimo, por encima de las cricunstancias difíciles.
¿Qué esto no es fácil?
Recuerda que eres descendiente de la raza más fuerte, inteligente y poderosa que ha existido sobre la tierra.
¿Tanto? Te preguntarás.
Pues sí, tus ancestros se sobrepusieron, los otros no sobrevivieron a las duras condiciones de hacen 10.000, 20.000 años…
No te critiques tanto, valórate, fortalece tu fuerza interior, porque tienes que hacer lo mejor posible para salir adelante.
Importante, no eres autosuficiente, todos los seres humanos somos interdependientes, somos compeleentarios, nos necesitamos los unos a los otros. La confrontación es contraria a la naturaleza del hombre y es la culpable de que no hayamos avanzado más, y aquí estamos. Luchando por ser felices.
Mantener una actitud positiva: Es importante tratar de tener una perspectiva positiva.
Algunas formas de hacerlo incluyen:
Encontrar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas: Mantenerse positivo no significa que nunca sienta emociones negativas como tristeza o enojo. Necesita sentirlas porque es parte del proceso para poder pasar y superar situaciones difíciles. Pueden ayudarle a responder a un problema, pero no va a querer que esas emociones le superen. Por ejemplo, no sirve seguir pensando en cosas malas que le sucedieron en el pasado o preocuparse demasiado por el futuro.
Intentar mantener emociones positivas cuando las tienes
Tomar un descanso de la información negativa: Sepa reconocer cuándo dejar de ver o leer noticias. Use las redes sociales para buscar apoyo y sentirse conectado con los demás, pero hágalo con cuidado. No caiga en rumores ni discusiones. Tampoco compare negativamente su vida con los demás
Practicar la gratitud (sea agradecido): Esto significa estar agradecido por las cosas buenas de su vida. Es útil recordarlo todos los días, ya sea pensando en lo que está agradecido o escribiéndolo en un diario. Estas pueden ser grandes cosas, como el apoyo que tiene de sus seres queridos, o pequeñas cosas, como disfrutar de una buena comida. Es importante darse un momento para darse cuenta de alguna experiencia positiva que haya tenido. Practicar la gratitud puede ayudarle a ver su vida de manera diferente. Por ejemplo, si está estresado, es posible que no note que también vive momentos en los que siente emociones positivas. La gratitud puede ayudarle a reconocerlos
Cuidar su salud física: Su salud física y mental están conectadas. Algunas formas de cuidar su salud física incluyen:
Estar físicamente activo: El ejercicio puede reducir la sensación de estrés y depresión y mejorar su estado de ánimo
Dormir lo suficiente: El sueño afecta su estado de ánimo. Si no duerme bien, puede sentirse irritado y enojarse más fácilmente. A largo plazo, no dormir bien puede aumentar la probabilidad de tener depresión. Por ello, es importante asegurarse de tener un horario de sueño regular y dormir lo suficiente todas las noches
Alimentarse saludablemente: Una buena nutrición le ayudará a sentirse mejor físicamente, pero también puede mejorar su estado de ánimo y disminuir la ansiedad y el estrés. Además, no obtener una buena cantidad de ciertos nutrientes puede contribuir a algunas enfermedades mentales. Por ejemplo, hay vínculos entre niveles bajos de vitamina B12 y la depresión. Consumir una dieta bien balanceada puede ayudarle a obtener la cantidad suficiente de nutrientes que necesita.
Conectarse con los demás: Los humanos somos seres sociales, y es importante tener relaciones fuertes y saludables con los demás. Tener un buen apoyo social puede ayudarle a protegerse contra los daños del estrés. También es bueno tener diferentes tipos de conexiones. Además de relacionarse con familiares y amigos, puede encontrar formas de involucrarse con su comunidad. Por ejemplo, puede ser voluntario para una organización local o unirse a un grupo que practique un pasatiempo que disfrute.
Desarrollar un significado y propósito en la vida: Puede ser a través de su trabajo, un voluntariado, aprender nuevas habilidades o explorar su espiritualidad
Desarrollar habilidades para enfrentar problemas: También llamadas habilidades de afrontamiento, estos son métodos que se utilizan para lidiar con situaciones estresantes. Pueden ayudar a enfrentar un problema, tomar medidas, ser flexible y no renunciar fácilmente a resolverlo.
Meditación: Práctica de mente y cuerpo que consiste en enfocar su atención y conciencia. Existen varios tipos, como la meditación de atención plena y la meditación trascendental. La meditación generalmente requiere:
Un lugar tranquilo con la menor cantidad de distracciones posible
Mantener una postura específica y cómoda. Puede ser sentado, acostado u otra posición.
Un foco de atención, como una palabra especialmente elegida, un conjunto de palabras, un objeto o su respiración.
Una actitud abierta en la cual deja que los pensamientos vayan y vengan naturalmente sin juzgarlos.
Técnicas de relajación: Prácticas que buscan producir una respuesta de relajación natural del cuerpo. Esto hace más lenta su respiración, disminuye su presión arterial y reduce la tensión muscular y el estrés. Los tipos de técnicas de relajación incluyen:
Relajación progresiva: Consiste en tensar y relajar diferentes grupos musculares mientras usa imágenes mentales o ejercicios de respiración.
Imágenes guiadas: Consiste en enfocarse en imágenes positivas para ayudarle a sentirse más relajado y enfocado.
Biorretroalimentación: Utiliza dispositivos electrónicos para aprender a controlar ciertas funciones del cuerpo, como la respiración, la frecuencia cardíaca y la tensión muscular.
Autohipnosis: Su objetivo es entrar en un estado relajado y de trance al escuchar cierta sugerencia o ver una señal específica.
Ejercicios de respiración profunda: Consiste en concentrarse en una respiración lenta, profunda y relajada
También es importante reconocer cuándo necesita ayuda. La terapia de conversación y / o medicamentos pueden tratar las enfermedades mentales. Si no sabe dónde obtener tratamiento, comience por comunicarse con su profesional de la salud.
Busque ayuda profesional si tiene síntomas graves o angustia que han durado dos semanas o más, como: dificultad para dormir; cambios en su apetito que originan altibajos no deseados en su peso; dificultad para levantarse de la cama en la mañana debido a su estado de ánimo; dificultad para concentrase; pérdida de interés en cosas que por lo general le son divertidas; inhabilidad de realizar sus funciones y cumplir con sus responsabilidades diarias.
No espere hasta que sus síntomas lo abrumen. Hable sobre sus preocupaciones con su médico, quien, de ser necesario, lo puede remitir a un especialista en salud mental. Si no sabe dónde empezar, lea la hoja informativa del Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH, por sus siglas inglés) sobre consejos para hablar con su proveedor de atención médica. Obtenga más información sobre cómo recibir ayuda o encontrar a un proveedor en el sitio web del NIMH sobre ayuda para la salud mental.
Qué hacer en una crisis
Si usted o alguien que conoce está pasando dificultades o tiene pensamientos suicidas, llame en español o en inglés al 988, la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis. También puede enviar un mensaje de texto en inglés al 988 o puede chatear en http://988lifeline.org . En situaciones potencialmente mortales, llame al 911.
Para obtener información adicional sobre la prevención del suicidio, visite el sitio web del NIMH al respecto.
Hable con sinceridad.
Su proveedor de atención médica solo puede ayudarle a mejorar si usted se comunica de forma clara y honesta. Es importante recordar que las comunicaciones entre usted y un médico son privadas y confidenciales y no se pueden compartir con nadie sin su permiso expreso. Describa todos sus síntomas y sea específico sobre cuándo comenzaron, qué tan graves son y con qué frecuencia ocurren. También debe compartir cualquier situación de estrés importante o cambios recientes en su vida que puedan estar desencadenando los síntomas.
Algunos ejemplos de los síntomas incluyen:
- Tristeza continua o una sensación de ansiedad o de «vacío».
- Sentimientos de desesperanza o pesimismo.
- Irritabilidad.
- Sentimientos de culpa, impotencia o que nada vale nada.
- Pérdida del interés o de la satisfacción de dedicarse a pasatiempos y actividades.
- Disminución de energía o fatiga.
- Moverse o hablar más despacio.
- Sentirse inquieto o tener problemas para quedarse quieto.
- Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
- Dificultad para dormir, despertarse temprano por la mañana o dormir demasiado.
- Cambios en el apetito o en el peso (o ambos).
- Pensamientos sobre la muerte o el suicidio, o intentos de suicidarse.
(Editado por La Verdad, con apoyo de trabajo del Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos)