Putrefacción en Canaima tiene más de 20 días.
Mariela Negrín.- Yersy Motaban comenzó hace 20 días una pequeña venta de alimentos en la entrada de La Planada, en Canaima, parroquia Carlos Soublette. La idea era incrementar sus ingresos y brindarle a la comunidad, especialmente a los niños de la institución educativa del sector, desayunos y demás comidas a precios accesibles.
Sin embargo, su emprendimiento se ha visto afectado desde sus inicios por la insalubridad del botadero de basura que se encuentra frente al local.
Motaban, aunque se dedica con esmero a cuidar de la limpieza del pequeño comercio, se siente abrumada y temerosa por la cantidad de gusanos y moscas que se adueñan del lugar.
Por su parte, Pompeyo Angarita, comerciante por más de 15 años, explica que con el pasar de los años, el deterioro del servicio de recolección se ha vuelto crítico.
Como residente, Severo Pérez aseguró que son varios los problemas que se derivan de la basura. Entre ellos, el hedor que emana del botadero, el cual se hace más persistente en horas de la noche, la proliferación de ratas y demás alimañas, y la cantidad de enfermedades a la que están expuestos.
Los vecinos aseguran que las pocas veces que el servicio de aseo pasa por la zona, no recolectan todos los desechos, haciendo que la putrefacción no desaparezca por completo. /ep