El presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió hoy de que, después del derribo del bombardero ruso Su-24, si hay nuevos incidentes con Turquía Moscú reaccionará «de una u otra forma».
«Nuestros ciudadanos que están en Turquía pueden correr un serio peligro», dijo Putin a la prensa en la ciudad rusa de Nizhni Taguil
El jefe del Kremlin apoyó las recomendaciones hechas ayer por el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores sobre la inconveniencia de viajar a Turquía.
Según Putin, las actuales autoridades de Turquía promueven desde hace años la islamización de su país y apoyan las corrientes religiosas más radicales.
«Vemos, y no somos los únicos, que las actuales autoridades de Turquía ejecutan desde hace años una política interior dirigida a islamizar su país», lamentó el jefe del Kremlin, que ayer acusó a Ankara de ser cómplice del terrorismo después de que dos F-16 turcos derribaran un bombardero ruso en la frontera turco-siria.
Rusia también apoya al islam y lo seguirá haciendo, agregó Putin, pero Turquía respalda una «corriente más radical» de esa religión.
«Y esto por sí sólo genera una atmósfera negativa, que no se ve a primera vista», advirtió.
Putin confirmó que Rusia tomará todas las medidas para proteger en el futuro a su agrupación aérea que participa en la operación antiterrorista en territorio sirio, incluido el emplazamiento de sistemas de defensa antiaérea en la base donde están los aviones rusos.
El presidente ruso advirtió ayer de que el derribo del Su-24 «tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas».
Mientras, Turquía insiste en que el avión de guerra ruso violó su espacio aéreo y sus pilotos ignoraron hasta diez advertencias.