Primer juego de la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol, enfrentaba a una sorprendente Holanda más caribeña que europea, y una selección de Puerto Rico que llegaba invicta a este encuentro, el juego fue bastante parejo desde el inicio que terminó con la victoria de Puerto Rico por la regla que a partir del inning once ambos conjuntos arrancan la entrada, con corredores en primera y segunda con cero out, los boricuas aprovecharon está oportunidad y derrotaron a los holandeses 4 carreras por 3.
Encuentro movido desde el propio primer episodio, el equipo holandés picaría adelante con dos carreras aprovechando el descontrol del pitcheo boricua. El equipo caribeño no perdería tiempo y emparejaría las acciones rápidamente en la parte baja del propio primer episodio, pudiendo concretar el bateo oportuno que tanto lo ha caracterizado en este clásico. Los boricuas tomarían la ventaja del encuentro en la parte baja de la segunda entrada cuando T.J. Rivera conectara un cuadrangular en solitario por todo el jardín central.
Dominicana igualaría las acciones abriendo el quinto episodio con dos dobles consecutivos, a partir de esta entrada el encuentro sería un duelo de pitcheo en el que ambos equipos mostraron sus armas dominando claramente hasta llegar a las entradas extras donde se definiría el encuentro.
Al llegar al inning once, y el juego se encuentra empatado ambos equipos arrancan el episodio con corredores en primera y segunda respectivamente, los tulipanes no aprovecharon esta oportunidad, lo que sí ocurrió con Puerto Rico, Yadier Molina se sacrificaría para que sus compañeros avanzaran. Eddie Rosario sería el encargado de batear un elevado de sacrificio, y de esta manera Puerto Rico anotaría la carrera de la victoria, y buscará el título del clásico ante Japón o Los Estados Unidos, esta es la segunda final consecutiva para el equipo isleño.
Con información de Líder