Con caravanas de vehículos y bicicletas en al menos 50 ciudades, los movimientos sociales y sindicales de Brasil exigieron el sábado que el presidente Jair Bolsonaro sea sometido a un juicio político destituyente por su cuestionada gestión frente a la pandemia del coronavirus.
Los manifestantes se multiplicaron en las capitales regionales y en ciudades medianas exigiendo que el Congreso ponga en discusión alguna de las 57 peticiones de apertura de juicio político destituyente contra Bolsonaro que han sido presentadas a la Cámara de Diputados y que cuestionan al jefe de Estado principalmente por su negacionismo frente a la gravedad de la pandemia.
Las manifestaciones fueron convocadas en las redes sociales por los partidos de izquierda, centrales sindicales y las poderosas coaliciones Frente Brasil Popular y Pueblo Sin Miedo, que reúnen a enormes organizaciones sociales como el Movimiento de los Sin Tierra y la Unión Nacional de los Estudiantes.