La Justicia argentina prohibió salir del país a los siete imputados por el presunto «homicidio simple con dolo eventual» en la causa en que se investigan las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Diego Maradona.
El juez de garantías del caso, Orlando Díaz, resolvió «prohibir la salida del país» del neurocirujano Leopoldo Luque; la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz; la médica que coordinaba la internación domiciliaria del exfutbolista, Nancy Forlini; el coordinador de los enfermeros, Mariano Perroni, y los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid.
Los fiscales Laura Capra, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari decidieron imputar a los profesionales de la salud que asistieron a Maradona por presunto homicidio con dolo eventual, delito por el que se prevé penas de 8 a 25 años de prisión, luego de recibir a inicios de este mes el informe de la junta médica donde 11 peritos evaluaron las circunstancias de su muerte.
En tanto, acusan también a Luque y Cosachov de los delitos de uso de documento privado falso y falsedad ideológica, respectivamente. Del informe de la junta médica se concluye que el desempeño del equipo de salud que asistía a Maradona fue «inadecuado, deficiente y temerario» y que abandonó «a la suerte el estado de salud del paciente».
La autopsia al cuerpo del excapitán y exseleccionador de Argentina determinó que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada». También descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».
Maradona, de 60 años y con problemas de adicción al alcohol, había sido operado a inicios de noviembre por un hematoma subdural en la cabeza. El 11 de noviembre recibió el alta médica y se trasladó a su casa en las afueras de Buenos Aires, donde falleció dos semanas después.