“Nuestro salario apenas alcanza los 40 dólares, mientras la canasta alimentaria ya está en 500 dólares. Estamos en estado de indefensión, hay colegas que dependen económicamente de sus hijos y de la caridad humana. Estamos exigiendo un aumento salarial mínimo a $180”, expresó Elvin Barreto.
Señaló que las labores de docencia, investigación y extensión se ven limitadas por las condiciones en que se encuentra la Universidad Simón Bolívar.
“El presupuesto universitario anual es irrisorio, esto afecta gravemente el normal funcionamiento de nuestra casa de estudios”.
Resaltó que la comunidad universitaria para dirigirse al campus, en Camurí Grande, depende de dos viejas unidades de transporte, que no llegan a sumar 100 asientos.
En ocasiones no cuentan con combustible para ampliar rutas y horarios y, si no pueden tomar el bus o lo pierden, deben disponer de alrededor de cinco dólares.
“Respaldamos la propuesta de la Federación de Asociaciones de Profesores (FAPUV) de equiparar nuestros salarios y pensiones al costo de la canasta básica, tal como lo establece la Constitución Nacional”.
Fue enfático al resaltar que la seguridad social de los profesores universitarios depende de sus bolsillos. “La mayoría de los educadores presenta desnutrición y alguna enfermedad crónica, todo esto producto de la mala alimentación, por el poco salario”.
Otra de las exigencias del gremio son las elecciones rectorales, ya que tienen más de 10 años sin ejercer el derecho a elegir y ser electos en cargos de autoridad universitaria.
Por: Beatriz Rodríguez // brlaverdad@gmail.com