En el mes de diciembre de 2017 ocurrirá uno de los momentos más icónicos en la historia de la humanidad. Un neurocirujano italiano, el doctor Sergio Canavero, realizará el primer intento de trasplantar una cabeza humana. Una operación radicalmente peligrosa que el mundo seguirá con fascinación, en la Universidad Médica de Harbín, en China.
El doctor Canavero, quien también es director del Grupo de Neuromodulación Avanzada de Turín, dijo hace poco que ha planeado la operación durante 30 años y que encontró a una persona que esta dispuesta de someterse a la operación y asumir todos los riesgos.
Se trata de un científico ruso de la computación de 31 años de edad llamado Valery Spiridonov, quien padece una enfermedad terminal degenarativa que debilita sus músculos y lo ha condenado a desplazarse en silla de ruedas.
El controvertido neurocirujano, criticado duramente por sus colegas, asegura que ha desarrollado una técnica que permitiría unir la cabeza de su paciente con un cuerpo sano, donado por un sujeto fallecido de muerte cerebral.
Spiridonov nunca ha caminado en su vida adulta, pero si tiene éxito, el arriesgado procedimiento no solo le permitirá sobrevivir, sino vivir una vida mejor.
La operación podría tomar hasta unas 36 horas e involucraría a más de 150 cirujanos. El cuerpo podría venir de un donante con muerte cerebral y se necesita enfriar y mantener el suministro de sangre alrededor del cuerpo del donante y de la cabeza del receptor.
Una vez enfriada, la cabeza del receptor se separará lentamente de su cuerpo lo que implica cortar la médula espinal para que pueda ser unida al cuerpo del donante. Los médicos tendrán menos de 60 minutos para volver a conectar la cabeza y pegar la médula espinal con una sustancia llamada Polietilenglicol.
Valery Spiridonov tendrá que ser mantenido en un coma médicamente inducido por un período de tres a cuatro semanas, mientras que sus nervios de la médula espinal son estimulados con electricidad para que comiencen a funcionar otra vez.
El paciente dijo que estaba consciente de los riesgos de la cirugía.
“Son múltiples. Ni siquiera podemos imaginarnos exactamente qué puede salir mal, pero tengo miedo de que no pueda vivir lo suficiente como para ver que ocurra en otra persona” dijo.
La opinión de la comunidad médica esta dividida sobre este tema. Mientras que algunos creen que la cirugía podría ser la clave de la inmortalidad, otros opinan que el paciente podría volverse loco o hasta morir. Teóricamente, cada paso del procedimiento es posible, pero una médula espinal humana nunca ha sido reenganchada con éxito.