El historiador Rubén Contreras dijo que los gobiernos tanto nacional, regional y municipal buscan borrar la memoria histórica de los ciudadanos al cambiar el nombre de las instituciones, comunidades y avenidas.
“Ahora nos enteramos de que no les gusta el nombre que lleva la escuela Juan de Urpín ni el de las comunidades de Marlboro y La Tropicana, por eso quieren hacer los cambios sin tomar en cuenta la opinión de los vecinos».
Expresó que los ciudadanos están identificados con su sector, tienen años en el lugar y se les debe consultar por medio de un referendo para conocer su opinión.
«Este gobierno todo lo hace de manera unilateral, sufren del complejo de Adán y quieren hacer ver que la historia comienza con ellos, por lo que buscan sembrar en el sentimiento de la colectividad nuevas denominaciones que tengan afinidad a las políticas que ellos aplican”. BR/jd