Marcos José Falcón Tovar (42), un conocido sensei de judo, fue capturado por funcionarios de Poliguaicaipuro tras ser acusado de abuso sexual en perjuicio de tres atletas de alto rendimiento, una de 13 y dos de 17 años.
Al deportista lo detuvieron este martes 1º de octubre pasadas las 4:00 pm, en una escuela de judo que funciona en el parque Urquía, cerca de la comandancia del Instituto Autónomo de la Policía del estado Miranda (Iapem).
Nuestro diario hermano Avance conoció que una de las víctimas contactó por Instagram a Jenny Ahumada de Fraija, primera dama del municipio Guaicaipuro, a quien le expuso el caso y le ofreció detalles de los actos supuestamente cometidos por Falcón Tovar y ella de inmediato giró instrucciones a Hilda Alcalá, presidenta del Instituto de la Mujer para que atendiera la denuncia y la procesara ante los organismos competentes.
Las 3 muchachas se trasladaron hasta la que se conoce como la sede social de la Alcaldía, en la avenida Bermúdez de la capital mirandina.
Por tratarse de tres menores, Alcalá también convocó a María Alejandra Lindarte, presidenta del Sistema de Protección de Niño, Niña y Adolescente, y junto a una consejera escucharon los escabrosos relatos del comportamiento del supuesto agresor.
Todo se descubrió porque recientemente las chicas asistieron a una competencia nacional en Barquisimeto, estado Lara, y allí hubo tiempo y se presentó la oportunidad de una conversación en la que una de ellas reveló que el entrenador de judo había tenido conductas inadecuadas con ella y…¡sorpresa! Las otras dos tamboén habían sido víctimas de los abusos de Falcón Tovar.
El modus operandi De regreso a la capital mirandina, las 3 deportistas decidieron contarle lo que estaban pasando a sus madres, se activaron las alarmas y optaron por formular la denuncia.
Según el relato de las jovencitas, Falcón Tovar, durante los entrenamientos se acercaba más de la cuenta, intentaba besarlas en el cuello, en las orejas.
En algunas oportunidades les rozaba sus partes íntimas. Ellas siempre lo rechazaron, pero guardaban silencio por miedo. Las dos menores de 17 años vivieron este tipo de situaciones hace dos años, es decir cuando tenían 15.
El individuo las amenazaba con quitarles la beca y las bolsas de alimentos que les entregan por ser atletas de alto rendimiento. “Si dices algo en mi contra, te mando a quitar la beca y la bolsa de comida”, amenazaba.