Cinco tomates y dos cebollas fueron el premio que el gobierno cubano entregó a la joven Hailin Tamayo Ramírez quien practica taekwondo en Guantánamo, Cuba por haber tenido un destacado rendimiento en esta disciplina deportiva.
La entrega la hizo Emidel Legrá Matos, profesor deportivo de Alto Rendimiento en el municipio Niceto Pérez, quien también se tomó algunas fotos con Tamayo “reconocida” y la bandeja con los productos.
No es el único caso
En 2021, el boxeador cubano Julio César La Cruz, campeón olímpico y panamericano, recibió un pescado, dos botellas de refresco y ron luego de gritar «Patria o Muerte» en la cita olímpica de Tokio celebrada en julio, donde conquistó la presea dorada.
Otro pugilista, Ronny Álvarez, medallista de oro en un evento clasificatorio Panamericano celebrado en Guadalajara, México, fue premiado a su vuelta en su municipio de residencia, en Chambas (Ciego de Ávila) con un combo de alimentos y aseo.
Mientras que, al pelotero Rangel Ramos Pozo, lo recibieron en su comunidad con un acto político donde recibió en nombre del gobierno cubano un combo de alimentos porque no desertó del equipo Cuba de béisbol Sub-23, en México.
Este tipo de “reconocimientos” reciben comentarios críticos de cubanos en el exilio, destacando que es una vergüenza que a los deportistas en la isla los premien con comida.
Fuente Ciber Cuba, editado por Rafael Díaz