José Ángel Maicabares
A dos salarios y medio se elevó en Maiquetía el kilo de pollo, pues a mediados de diciembre se valoraba en 11,99 bolívares, significa que en menos de 30 días su precio llegó a 18,50 bolívares.
Sus piezas por separado también aumentaron, por lo que no son asequibles para un trabajador que percibe 7 bolívares de salario. La pechuga ahora cuesta 25 bolívares, muslo 23, alas 23, hígado 15, molleja 17, patas 13 y carapacho 7.
«Ya hacer mercado nos provoca llorar, yo soy docente y me cuesta un ojo de la cara comprar por lo menos un kilo de pollo con mi quincena. Para hacerlo debo complementar lo que tengo con algún bono que me caiga por Patria», dijo Madelein Ferreira.
El valor del pollo se evidenció en un recorrido por el Mercado Municipal de Maiquetía, donde los comerciantes aseguraron que pese a su nuevo precio, la gente «chilla» pero lo llevan de a poquito.
«Nuestros proveedores llegaron en enero con nuevos precios. Por esa razón debemos venderlo de esa manera, de lo contrario estaríamos perdiendo. Acá en el negocio debemos pagar un personal», precisó un comerciante del mercado.
A 26 bolívares llegó el kilo de queso duro en Maiquetía
Si nos remontamos al mes de diciembre, como lo informamos a través de La Verdad, el queso duro costaba entre 16 y 18 bolívares, posteriormente el 9 de enero subió de 20 a 21. Ahora aparece en charcuterías y negocios al aire libre de Maiquetía entre 22 y 26 bolívares.
Su aumento recae nuevamente en su complicada llegada al litoral. Asegura el charcutero Luis Viloria que en cada alcabala desde que sale de Los Llanos deben dejar una porción del producto a los funcionarios. «Eso recae mucho en el precio, ya que se pierde en la vía el producto».
Precisó que muchas personas para economizar prefieren llevar el requesón porque este cuesta 14 bolívares o en otros casos compran suero de leche en 6 bolívares. «El guayanés también lo buscan mucho pese a que tiene un valor de 22 bolívares».
Aseveró que si no encontraran tantas trabas en las vías, el queso podría estar más barato, «pero lamentablemente estamos en un país donde los mismos funcionarios apuestan al caos»./JAM/jd