Limpiar, desmalezar, y culminar el embaulamiento del río San Julián, en Caraballeda, son algunas de las peticiones que hacen los vecinos de la calle Francisco Fajardo, quienes aseguran que desde la vaguada del año 1999, no recibe atención el afluente, y con las precipitaciones registradas hace pocas semanas, temen que el canal crezca y arrase con las viviendas aledañas.
Explican que a un año de haber pasado la tragedia, la Gobernación y la comunidad acordaron que iban a canalizar el río, sin embargo, todo quedó en falsas promesas, pues lo que hicieron fue colocar unas piedras amarradas con maya metálica, para impedir que el agua fuese socavando el terreno, y solo cumplieron en algunas zonas, dejando otras sin ningún tipo de protección.
“Todos sabíamos que esos trabajos no iban a funcionar. Tienen que colocar muros de concreto armado, en forma de escalones y ensancharlo un poco para evitar que se forme un embudo. Además, para acortar camino, los vecinos de Caribe cruzan por dentro del río y los puede morder una serpiente. Hay que tener mucho cuidado”, señala Arnaldo Delgado Medina.
Limpian terrenos para construir viviendas
Manifiesta que hace 16 años, cuando el río reclamó su espacio, acabó con el 80% de las viviendas. La mayoría de los damnificados fueron adjudicados, sin embargo, algunos se han dado a la tarea de limpiar los espacios que quedaron abandonados para construir nuevamente.
“Vienen personas de otros lugares a invadir, pero lo hacen dentro de los parámetros del río, y cuando llueva con fuerza, se podría desbordar. Otros les han dado techo, pero los venden y se vuelven a venir. Al que realmente lo necesita, ni lo toman en cuenta”, enfatiza Delgado.
Destaca que por los derrumbes ocasionados, hay muchas infraestructuras que generan contaminación, por lo que hace un llamado a las autoridades para que terminen de demolerlas.LB