La imposibilidad de adquirir repuestos como baterías, cauchos y aceite llevó a la línea de Valle del Pino, la cual contaba con más unidades en el estado, a que se parara parte de la flota.
Williams Izaguirre expresó que “en la línea a diario crece la preocupación, pues desde diciembre las autoridades de Fontur y del Ministerio de Transporte no suministran los insumos prometidos”.
Añadió que nunca habían tardado tanto para aprovisionar la ruta y que la inflación que se vive a diario, sumado a que muchos comercios venden en dólares, ha impedido que los choferes compren lo que necesitan.
“Con el pasaje en Bs. 2.500 no se le puede hacer mantenimiento a los carros y mucho menos alimentar a la familia”.
Otra de las problemáticas que vive la línea es que no tienen alumbrado y deben dejar de prestar sus servicios a las 8:00 pm. “El hampa nos acecha y nos obliga a terminar temprano”. RR/jd