Casi sin inventario sobreviven los licoreros, quienes aseguran no haber recibido despachos de bebidas importadas desde hace más de cuatro meses, explican que la escasez de dólares para importar, desde las esencias hasta las etiquetas, es la razón que dan los proveedores.
Con despachos incompletos y retrasados de bebidas nacionales deben resolver para mantenerse operativos. “El whisky, ni ninguna otra bebida importada llega. Estamos recibiendo, a veces, ron o anís, pero con los precios duplicados. Eso ha causado una baja en las ventas”, dijo Héctor Padrón, encargado de una licorería en La Guaira.
En un solo salto el anís pasó a 1.600 bolívares, mientras que el ron más barato escaló hasta los 900 bolívares. A través de “vacas” y solo en las quincenas pueden los clientes acercarse a estos negocios. Indicó que la baja en los ingresos lo ha obligado a “reducir el personal, pues pagar nómina es difícil. De tres empleados que habían, ya solo es posible tener uno”.
Respecto al suministro de cervezas, Padrón explicó que “estamos trabajando con lo que llega. Si pedimos 200 cajas nos mandan con suerte 50. Además, esta escasez ha creado inflación, pues la caja pasó de 1.100 a 2.100 bolívares muy rápido”.
La venta por caja en las licorerías depende del suministro, que al ser tan bajo ha vuelto casi una regla vender “la friíta” sólo al detal, y en no menos de 75 bolívares. /MEM/ar