Agentes policiales de investigación chilenos, levantaron un catastro de las personas afectadas, descartaron que hubiera heridos e hicieron una evaluación de los objetos destrozados tras una violenta marcha celebrada el sábado contra la migración ilegal y en el marco de la causa abierta por la quema de pertenencias de migrantes venezolanos acampados en la localidad norteña de Iquique.
“Se solicitó también como diligencia que recabaran los videos de seguridad de las cámaras municipales que pudieran haber captado este hecho”, dijo la fiscal Jócelyn Pacheco. Casi 5.000 personas salieron a las calles en medio de la creciente crisis migratoria que sufre Chile e incendiaron carpas, ropa y demás objetos en uno de los campamentos de los migrantes.
Estos hechos, despertaron encendidas críticas del relator de la ONU para los Derechos Humanos de los Migrantes, Felipe González, al igual que del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y Amnistía Internacional.
Ni la pandemia ni la crisis social que se extendió durante más de un año en 2019 han alejado el deseo de los venezolanos de migrar a Chile, uno de los países de América Latina con mayor estabilidad política y económica.
Según autoridades chilenas, entre enero y julio de este año se registraron 23.673 denuncias por ingreso al país por pasos no habilitados, lo que supone un 40% más que en todo 2020. Hay en todo su territorio 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7% de la población y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.