Falta un año para la inauguración de las Olimpiadas de Tokio… otra vez. Pero ahora casi nadie se mostró deseoso de celebrar el hito. Hace un año muchos estaban, en cambio, expectantes en la capital japonesa. Luego la pandemia obligó a posponerlas al 23 de julio de 2021.
En 2019, cuando comenzó la cuenta regresiva de un año, hubo un espectáculo pirotécnico en la Bahía de Tokio y varias celebridades presentaron los diseños de las medallas en un espectáculo de coreografía perfecta.
No hubo nada de eso ahora. Los organizadores realizaron el jueves un evento de 15 minutos, sin público y dentro del nuevo estadio nacional, donde exhibieron un video para promover la inauguración.
Los organizadores y el Comité Olímpico Internacional descartan otra postergación, que si se diera, podría desembocar de hecho en una cancelación.
Por ahora, Tokio apuntala sus esperanzas de realizar las Olimpiadas en la simplificación. Los organizadores han identificado 200 aspectos contemplados originalmente para Tokio 2020 que ahora serán moderados o eliminados, ante los crecientes costos y el riesgo de que la fiesta olímpica se convierta en un foco de infección mundial.
Distintos cálculos sugieren que la posposición costará de 2.000 a 6.000 millones de dólares, lo que se sumaría a los 12.600 millones de dólares que Japón reconoce haber gastado ya en los Juegos.