«Cuba es un país envejecido, no un país en vías de envejecimiento. Por ejemplo, la Plaza de la Revolución tiene el 30% de su población envejecida, mientras que Villa Clara, La Habana y Sancti Spíritus son las provincias con más abuelos. Las provincias más ‘jóvenes’ se encuentran en el oriente del país», dijo Juan Carlos Alfonso, encargado de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Un reporte del diario oficial Granma, que cita también a la ONEI, señaló que la población de la Isla, al cierre de diciembre de 2023, es de 11.082.964. La tendencia al descenso está atada a la baja fecundidad, el balance negativo entre las tasas de natalidad y mortalidad, y el saldo migratorio externo.
Sin embargo, la cifra total de habitantes sería mucho menor, teniendo en cuenta que el gobierno no contabiliza a quienes emigran hasta dos años después de su partida e incluso no cuenta a los cubanos que han emigrado a otros países, se han regularizado en el exterior, mantienen su residencia en la Isla y realizan viajes frecuentes a la Isla.
Sobre este aspecto, Fraga dijo que «desde 2020 se estima que unos cinco millones de cubanos han realizado movimientos migratorios entre varios países y han regresado» y definió este fenómeno «como la circularidad de la migración».
En 2030 la población cubana promedio pasará de 40 años a alrededor de 43 años, un 29% tendrá 60 años y más, y se estima que entre 2025 y 2030 este grupo sobrepasará los tres millones de personas, y representará alrededor del 30% de la población nacional, lo cual plantea un importante problema demográfico.