Otros menesteres deben realizar los trabajadores playeros para sobrevivir, ya que desde la implementación de la cuarentena para evitar contagios por el Covid-19 no han podido abrir las puertas de sus negocios por la prohibición de acudir a las playas.
Rosa Romero señala que en su caso ha tenido que vender frutas y verduras para mantener a sus hijos
“Muchos de mis compañeros no están haciendo nada y ya tenemos más de cuatro meses sin producir”.
Resalta que están solicitando apoyo gubernamental: “En algún momento nos han dado una bolsa, pero eso no basta, necesitamos créditos para salir adelante, un subsidio de emergencia porque son más de 2 mil familias que están pasando necesidades”.
Por su parte, Luis Aristimuño señaló que el entiende la gravedad de la pandemia, pero considera que deberían dejarlos abrir aunque que sea para vender comida para llevar. “Estamos quebrados y no aguantamos más. El sector es grande y requiere ayuda de costa a costa”.