“Planes de prevención engavetados a 23 años del deslave”
“A 23 años de la tragedia de Vargas, cuando rendimos tributo a esos hombres y mujeres que perdieron la vida en aquellos días terribles del 14 al 16 de diciembre de 1999, al producirse lluvias torrenciales que generaron crecidas de quebradas, inundaciones y deslaves, abogamos por la activación de planes de prevención para minimizar riesgos”; dijo el profesor Carlos Teixeira.
Señaló que la muerte y la desolación cubrieron el estado, afectando a gran parte de la población y se calcula el fallecimiento de más de 10 mil personas, además de 15.000 desaparecidos, unos 3.500 millones de dólares en pérdidas, así como la destrucción de más de 15 mil viviendas y 75 mil
damnificados.
Resaltó que la tragedia transformó la vida de muchos varguenses y, además, se desperdició una extraordinaria oportunidad para relanzar el estado.
“El Gobierno fue muy inconsecuente, inclusive con su Plan Maestro elaborado por Carlos Genatios, y anunciado en marzo del año 2000, por el presidente Hugo Chávez”.
Pasó lo mismo con el Plan Vargas 2005, “con un monto de inversión de unos 920 millardos de bolívares, que para ese momento equivalían a unos $427.000.000, el plan proponía minimizar los riesgos pero fue una verdadera estafa”.
Ambos contemplaban la identificación del área de riesgo y por supuesto la conciencia de que hay que respetar los cauces de los ríos y de las quebradas, donde suceden constantes desbordamientos.
Señaló que el propio estado ha violado sus planes. “Vemos como se hizo un urbanismo en la margen derecha de la cuenca de Camurí Chico, y eso no respeta ningún criterio de prevención. Igualmente sucede con otras construcciones a lo largo y ancho del estado, donde no se respeta el ordenamiento territorial.
Apuntó que la Gran Misión Vivienda Venezuela ha hecho edificaciones, pero el 90% de estas no han ido adjudicadas a los damnificados de Vargas, por lo que muchos que se fueron del estado después de la tragedia volvieron a construir a las márgenes de los ríos.
“Han pasado 23 años y el grado de vulnerabilidad está latente, esto se puede observar cada vez que llueve porque no se ha realizado el debido mantenimiento en los cauces y quebradas, hay trabajos que quedaron a medias y muchos gaviones han colapsado”./g.a.