La escasez de especies como la cojinúas esta temporada, obliga a los pescadores de la península de Araya a recorrer 30,6 kilómetros ó 16 millas, hasta las aguas de la isla Cubagua, pese al peligro de ser atracados en altamar.
“Ya pasó la cosecha de jurel y aunque pegamos luz todas las noches, son pocas las cojinúas y los catacos que logramos”, explicó Juan Domínguez, pescador.
Aunque los pescadores desconocen las razones de la escasez de especies típicas de la temporada en aguas sucrenses, no descartan que sea por acción del cambio climático, pero advierten que su mayor temor es convertirse en víctimas de la inseguridad en el mar.
«La cosa va a ponerse fea porque volvieron los robos de motores en el mar y esa gente está armada hasta los dientes”, añadió Domínguez.
Lamentaron que al parecer, los delincuentes sean de la Península o regiones cercanas y con ello, insistieron en llamar la atención de las autoridades para que se incrementen y les garanticen medidas de seguridad.
Dicen revivir un círculo vicioso por el que pasaron con los atracos de motores entre 2018 y 2020, y la incapacidad para comprar aceite por limitaciones en el poder adquisitivo y la escasez de gasolina.