Al menos dos hurtos en los locales del mercado comunitario de Catia la Mar y varios atracos a clientes se registran quincenalmente, denuncian los comerciantes.
“Estamos azotados por el hampa porque solo una vez a la cuaresma hay recorridos de seguridad policiaca.
“En el segundo piso hacen desastre porque no hay vigilantes y en las noches no se salva nadie, pese a la instalación de un módulo de la policía”.
Además no hay suficientes vigilantes “porque si se quedan de guardia cuatro es mucho”, dijo una vendedora que prefirió el anonimato.
Pero, los vigilantes están desmotivados porque hay retrasos en los pagos de sus sueldos.
El hampa afecta doblemente a los concesionarios porque, por un lado se llevan la mercancía que es fruto de su esfuerzo, y por el otro ahuyentan a los clientes.
“Los días que esto está más tranquilo la gente teme entrar y ser robada. Hasta a punta de cuchillo nos han despojado de nuestras pertenencias”. /MEM.aem