Ríos y quebradas del este de la entidad se encuentran abarrotados de maleza y desechos sólidos. Habitantes aseguran que de momento las autoridades no se han acercado para realizar los trabajos preventivos, por ende, temen por su seguridad.
Estefany Mata tiene 33 años viviendo en Montezuma, en Macuto, y aseveró que la preocupación no la ha dejado dormir, pues el río San José de Galipán ha aumentado su caudal, hecho que le recuerda lo sucedido en el año 1999.
“El río ha crecido a pesar de que no ha llovido tan fuerte, al punto que ayer una señora estaba lavando y la fuerza de la crecida le llevó dos bolsos de ropa, es decir, en cualquier momento puede suceder una desgracia”.
Tanto Mata como sus vecinos se han mantenido en constante comunicación por los grupos de WhatsApp de la comunidad, y aunque han solicitado el apoyo de la Alcaldía y la Gobernación, así como de funcionarios de Protección Civil, estos no se han personado.
“Nadie ha venido, ni siquiera para observar si el río ha crecido o no. Prácticamente, nosotros no existimos, pero sí estamos es muy nerviosos porque sabemos que en cualquier momento puede ocurrir una desgracia”.
La quebrada que divide el sector Punta de Mulatos y Guanape en La Guaira, presenta una gran acumulación de desechos sólidos, los cuales van desde partes de cocinas, neveras y hasta de vehículos, lo que amerita un trabajo mayor por parte de la Gobernación.
“Queremos que el gobernador José Alejandro Terán tome cartas en el asunto, que mande a las cuadrillas con la maquinaria y camiones necesarios para que hagan la limpieza lo más pronto posible, porque han pasado ya unos 10 años que no le hacen un mantenimiento profundo a esos cauces”, manifestó Oswaldo Mejías.
En Caraballeda la historia es muy similar. María Ramírez tiene 45 años viviendo en las adyacencias del río San Julián, el que hizo desastre durante la tragedia, y comentó que desde el deslave del 99 no le han hecho ningún trabajo al río.
“Hace como 2 meses vinieron 6 hombres con machetes para supuestamente limpiar, sin embargo, me pareció una total incoherencia, ya que este trabajo amerita de un mayor grupo de personas y máquinas, no es para hombres que desmalezan. Es algo mayor, aunque no es del otro mundo tampoco”.
Servicio eléctrico en constante fluctuación
En el oeste del estado fueron varios las parroquias y sectores que no contaron con el servicio eléctrico por largas horas, como en los casos de Marapa Piache, La Soublette y Urimare.
“Tenemos más de 6 horas sin luz en Marapa Piache, no es nada seguro estar a la expectativa del ciclón y además incomunicados por la falta de luz. Por acá nadie ha venido, y aunque ya se ha denunciado la irregularidad a Corpoelec, no han respondido, no vienen, tienen abandonado al pueblo”, dijo Piedad Mujica.
En Urimare las fluctuaciones causaron pérdidas materiales, Raúl Molina, denunció que se le quemó el motor de la nevera,que había comprado hace un mes.
“Tan difícil que es adquirir cualquier cosa en este país y sucede esto, todo por la falta de mantenimiento en los servicios básicos. Es momento de que las autoridades resuelvan los problemas reales, dejen de colocar adornos y embellecer la Cinta Costera, cuando hay cosas mas importantes por atender”.
Diferencias entre una tormenta tropical y una onda tropical
Una tormenta tropical es un fenómeno meteorológico que forma parte de la evolución de un ciclón. Su característica principal es que alcanza velocidades de viento entre 63 y 118 kilómetros por hora y tiende a desarrollarse en zonas cercanas a los trópicos.
Mientras que una onda tropical se caracteriza por tener presiones atmosféricas bajas y formación de nubes. Además, suelen originarse en el occidente del continente africano y avanza hacia luego de este a oeste en el océano atlántico./jd
Por: Gabriel Hernández