Luisana Brito.- En víspera de lluvias, transportistas que hacen vida en la región, temen que las calles se inunden, debido a que muchos de los drenajes y alcantarillados están obstruidos, impidiendo el libre tránsito de las aguas, asegurando que los usuarios deben caminar por el medio de la vía para evitar ser mojados con aguas sucias.
Francisco Quevedo, presidente de la Cámara de Transporte Público de Vargas, señaló que los puntos más críticos están en Catia La Mar, frente al Terminal Terrestre de Pasajeros y en la bomba de Pdvsa, al final de la avenida El Ejército.
“Cada vez que llueve se forman lagunas y los vehículos son los más perjudicados. Es necesario que hagan un mantenimiento de limpieza y se destapen los drenajes porque las vías colapsan, además hay algunos que no tienen rejilla y es un peligro. Ya se acerca la temporada de lluvias fuertes y como todos sabemos, Vargas se vuelve un caos total”.
Detalló que los carros al pasar por los pozos se van deteriorando porque se humedecen las piezas del tren delantero. “Aunque no se vea, el motor se va oxidando poco a poco y hoy en día es muy difícil conseguir las piezas”.
La problemática se extiende hasta el elevado de Pariata, Carlos Soublette, en las parada de La Guaira y por el Centro Comercial Costa del Sol, en Caraballeda. LB/jd